Este martes, el juez federal N° 2 de Lomas de Zamora, Federico Villena, deberá tomar una decisión sobre la situación procesal de Daniela Carbone, la azafata de Aerolíneas Argentinas detenida por la amenaza de bomba en un vuelo. El plazo de los 10 días hábiles de detención tras su declaración indagatoria vence hoy, y el fiscal determinará si la procesa y si solicita su prisión preventiva.
A pesar de las pruebas contundentes en su contra, existe la posibilidad de que el juez le conceda el beneficio de arresto domiciliario en lugar de enviarla a prisión. Fuentes judiciales señalaron que Carbone cometió una serie de acciones premeditadas, lo que indica que no se trató de un estado de emoción violenta, ya que era consciente del daño que generaría su amenaza de bomba y las consecuencias de sus acciones.
La azafata enfrenta cargos por "coacción agravada", "intimidación pública" y "entorpecimiento de servicio público". Actualmente, se encuentra detenida en un calabozo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en Ezeiza.
El lunes 12 de junio, Aerolíneas Argentinas decidió despedir a Carbone, quien había prestado servicios durante 24 años, bajo la acusación de "despido causado". Según la empresa, a través de un telegrama, se comunicó a la azafata que había quedado ampliamente demostrada su participación directa o indirecta, incluso involucrando a su hija, en la amenaza de bomba que causó perjuicios económicos y reputacionales a la compañía, así como momentos de angustia a pasajeros y tripulación, y provocó demoras y pérdidas de conexiones.
La amenaza de bomba afectó el vuelo AR1304 de Aerolíneas Argentinas con destino a Miami, el cual transportaba a 270 pasajeros y 12 tripulantes. La salida, programada para las 7:35 de la mañana del domingo 21 de mayo, se retrasó varias horas debido a la evacuación y el protocolo de seguridad implementado hasta confirmar que la amenaza era falsa.