La comunidad científica puso la mirada en la Antártida debido a un alarmante fenómeno: un bloque de hielo de proporciones colosales desapareció, equiparable en tamaño al territorio de Argentina.
Expertos en la materia advierten que este bloque de hielo alcanzó niveles de deshielo sin precedentes, ya que no se ha logrado recuperar lo perdido durante la temporada invernal de este año, algo que solía ocurrir en años anteriores.
Esta situación ha cobrado relevancia a medida que Europa atraviesa una de sus temporadas más calurosas, marcando récords de altas temperaturas, mientras que el hemisferio sur enfrenta un invierno más cálido de lo habitual. La Antártida ha comenzado a mostrar signos preocupantes de este fenómeno.
Según datos proporcionados por el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve, la extensión de hielo registrada es de aproximadamente 2,6 millones de kilómetros cuadrados menos que el récord anterior durante el invierno de 2022, que fue de 2,1 millones de kilómetros cuadrados.
Esta magnitud de pérdida se acerca a la extensión territorial de Argentina, que es de aproximadamente 2,7 millones de kilómetros cuadrados.
"Este nivel de variación es tan extremo que algo radical ha cambiado en los últimos dos años, especialmente en el último año", explicó Ted Scambos, glaciólogo de la Universidad de Colorado Boulder.
El deshielo en la Antártida es motivo de profunda preocupación, ya que este continente resguarda el 90 por ciento del hielo del mundo. Los cambios en su extensión y su protagonismo en el fenómeno del calentamiento global plantean un serio desafío para la comunidad científica.
Aunque el aumento de las temperaturas en todos los continentes es el factor principal en este deshielo, los especialistas se esfuerzan por entender por qué se ha acelerado en los últimos años en comparación con las primeras cuatro décadas de monitoreo de la superficie antártica.