Mala señal para este momento de la Argentina, lo que sucedió con Axel Kicillof, este incidente de seguridad donde una mujer subió al escenario, irrumpió a los gritos en un discurso que estaba dando el Gobernador, esta mañana en la ciudad de Brandsen con muchas quejas, que seguramente tienen algún grado de asidero; quiso tomar el micrófono en un momento determinado para visibilizar aún más su reclamo frente a las autoridades. Rápidamente, la gente de seguridad la sacó sobre el sobrevoló el rumor de que estaba detenida después de que no, de que sí.
Esto es un mal síntoma de lo que está pasando en la Argentina. Es un año donde el clima tiene que tratar de no enrarecerse mucho más que la propia realidad que ya de por si está rara. Por eso, lo quiero marcar como como una mala señal. Pero también veo reacciones instantáneas después de este hecho que no son las mejores: la primera, la del propio que Kicillof diciendo si sufre un atentado, le puede pasar lo mismo de Cristina; dijo esto de que seguramente "si algo le pasa, nadie va a investigarlo, ni siquiera se va a investigar". Creo que la situación fue dramática por sí sola, como para agregarle interpretaciones.
Para mi no es por ahí, Kicillof. Es gravísimo lo que sucedió. Por supuesto que remite a lo que le pasó a Cristina, el hecho de que se haya violado el cerco de seguridad que este Gobernador, el anterior, el anterior, el anterior y los miles y miles de gobernadores que vengan a lo largo del futuro de la historia, el presente, el pasado, hay que cuidar a los políticos. Ser responsable. Hay que repudiar cualquier tipo de escrache, pero no sé si es por ahí, por supuesto que diga lo que quiera el gobernador.
Tampoco sé si es por el lado, o por el camino que tomó la oposición, que en manada empezaron a subir cosas a las redes sociales. Tengo la sensación de que alguien escribe como unos libretos para la oposición y hacen copy- paste; de hecho hace poquito a María Eugenia Vidal le pasó eso y es horrible también horrible.
Vidal, que fue gobernadora, tuvo que lidiar con esa, en ese territorio que a veces se convierte en ingobernable, que es la provincia Buenos Aires; rápidamente toma el escrache a Kicillof, lo replican las redes sociales y pone, entrecomillado, parte de lo que esta mujer dijo "No tenemos pediatras en el hospital, los chicos no aprenden nada en el colegio. Deberías escucharla, Kicillof". Tampoco es por ahí.
Tienen que bajarle la espuma, tienen que ser mucho más responsables, oficialismos y oposiciones, porque es un momento, lo vengo marcando, de mucha angustia para mucha gente. Es un momento de mucha tristeza para mucha gente. Lo que uno espera de la clase que nos gobierna, los que gobernaron antes, los que van a gobernar pronto, los que gobiernan ahora. Todos. Lo que uno a veces llama generalizando, la clase dirigentes, es un poco de calma, para un país que ya tiene, de por sí, que soportar 40% de pobreza.
Cifras que son escandalosas. Cuando uno desarma la cifra de pobreza y la pone en los más chicos en los niños y la niñaS de la Argentina, y que, encima, uno tiene que tratar de digerir lo que se vive mes tras mes con la inflación, que dicen que este mes, otra vez va a ser récord y hasta algunos creen que puede superar las dos cifras.
Por eso, calma, es prácticamente una obligación, por parte de ustedes, transmitir calma.