Cuando Lucas Blondel y Lucas Janson fueron presentados oficialmente en la Bombonera, ambos lucieron sus nuevas camisetas con las dorsales que usarán: el ex lateral de Tigre llevó la 24, mientras que el ex delantero de Vélez portó el número 11. Sin embargo, la historia detrás de esa última casaca no trae buenos recuerdos para los hinchas xeneizes, y algunos incluso podrían afirmar que está embrujada.
Todo comenzó a finales de la década de los 90 cuando los jugadores dejaron de utilizar los números de camiseta del 1 al 11, y se permitió el uso de dorsales fijos consiguieron entre el 1 y el 99. Desde entonces, la camiseta número 11 en Boca fue pasando de jugador en jugador, con algunos altibajos en el camino. Entre los más grabados se encuentran Diego Latorre (1997), Marcelo Delgado (2001), Carlos Tevez (2003) y Walter Erviti (2011), entre otros.
Sin embargo, una "maldición" se hizo presente en varios de ellos. Gambeta, en su segundo paso por el club, experimentó más problemas de vestuario que éxitos. El Chelo, al cambiar su histórico número 16 por el 11 en 2001, sufrió un recuerdo amargo: erró un gol increíble en la final del Mundial de Clubes frente al Bayern Múnich y, minutos después, fue expulsado. Erviti ganó el Apertura 2011 con el número 11, pero su salida del club (rumbo a México) no fue en buenos términos.
Carlitos Tevez quizás fue el que mejor sacó ese número en la historia de Boca, ya que con él salió campeón de la Copa Libertadores 2003 frente al Santos de Brasil. Fue vital durante toda la competencia y abrió el marcador en el Morumbí para comenzar la celebración del título.
Ahora, será el turno de Lucas Janson de portar el número 11, con el objetivo de dejar su huella y deshacer la mala racha asociada a ese dorsal en el Xeneize.