Ayer la aparición de Manuel Adorne, con Antonio Laje en A veinticuatro. No fue una entrevista más fue los errores de la entrevista presidencial, donde el presidente intentó una defensa que resultó ineficiente para lo que pasó el día viernes. No porque no lo haya explicado con argumentos, sino porque el señor Santiago Caputo, uno de los asesores de este gobierno, irrumpió de manera que no corresponde en una entrevista y generó aleatoriamente un inconveniente mucho más serio. del cual nosotros estábamos esperando una respuesta que era que el presidente se defienda y explique lo que pasó. Que el vocero tenga que salir un día después que el presidente aclarar algo. O a criticar algo significa que algo salió mal.

Y me parece que el Gobierno argentino, más allá del escándalo de las cripto gate, tiene que entender dos cosas con mucha claridad a partir de lo que sucedió el día viernes que aun logrando cosas importantes como la baja de la inflación, la baja de la pobreza que la vamos a conocer en breve, en unos días van a estar los informes oficiales, el tema que no soportamos más piquetes, el tema que quiere hacer algunos cambios sustanciales en la vida de los argentinos y como borrar la cultura que hicieron otros la cultura del trabajo por la cultura del subsidio.

Volver otra vez a esa estrategia, abrirnos al mundo tiene algunos elementos en un año de gestión para mostrar muchos presumían que esto iba a ser un caos a los quince minutos y Miley logró enderezar algo clave como es el tema de la inflación en la Argentina, que nadie pudo porque Macri dijo en quince minutos lo arreglamos.

Estamos esperando los quince minutos de Macri. Cristina Fernández no pegó una y Alberto Fernández le declaró la guerra a la inflación. Y bueno, el día que declaró la guerra me parece que lo fue con una banderita Blanca porque se rindió a los quince segundos después de ese anuncio. El Gobierno también tiene que entender que más allá de estos méritos transitorios, no alcanza para creer que con eso el tema del viernes no existe.

Yo escucho a algunos funcionarios que dicen no y ayer roba acá el ministro Franco. Bajamos la inflación, bajamos la inseguridad baja, perfecto. Lo entiendo absolutamente. Esto no justifica que creamos que lo del viernes no pasó. Lo del viernes pasó y trajo un problema muy serio porque está en juego la credibilidad del presidente de la nación. Entonces no justifiquen con la inflación, no justifiquen con que no hay más piquetes, no justifiquen con que están en contra de los corruptos. No está buenísimo, pero no alcanza para creer que lo del viernes no existió.

Lo del viernes existió y es un tema que el Gobierno lo profundizó porque en la entrevista que el presidente hizo con Jonathan Ville aparece este señor Santiago Caputo, que ha sido puesto, como en todos los gobiernos argentinos, en una situación que a mí siempre me genera algún tipo de duda. Cuáles son los límites que tienen los supuestos iluminados que saben absolutamente todo? Hoy hacíamos un repaso de estos personajes que en algún momento pareciera que hay que tenerles temor porque saben todo y la verdad que si hubiesen sabido todo Caputo y los antecesores Argentina sería Australia.

Y hoy Argentina está en Primera División C porque somos un desastre en un montón de cosas. Desde corage con Menem, desde Alberto Fernández y Aníbal Fernández, que eran fatales con Néstor Kilcher, eran los sábelo todo del momento. No este Alberto Fernández, presidente desastroso, sino aquel Alberto Fernández de otra época como jefe de gabinete, el señor Capitanich, rompiendo diarios y haciéndose el imposible a la hora de poder consultarlo.

Después tuvimos alguno que otro más doméstico, más honda mascota, el señor Parrilli, pero siempre estaban ahí como edecanes, dando vueltas, moviendo la cola. El señor Saini, esos personajes que uno dice Marcos Peña es mi visión. Es mi mano derecha, el chama, que dice Ah, la puta, lo que debe ser este tipo, no? Y después uno mira al Gobierno y se da cuenta que no hay iluminados centrales en la Argentina para lograr revertir la catástrofe de este país. En economía, en seguridad y fundamentalmente en corrupción.

Hoy tenemos a Santiago Caputo. Debe tener ingenio, debe ser muy joven, debe tener muchas ideas tal vez un día decimos que es el tipo más importante en materia de tomar e iluminar decisiones. Pero cometió un error muy grave porque no está para interrumpir entrevistas. No está para determinar cuál es el libreto de la entrevista y nosotros, los periodistas más allá de discutir, porque ayer escuchaba casi casi en todos lados Master class de periodismo en la Argentina y son pocos los que entrevistan presidentes o figuras relevantes en la vida institucional de un país.

Más allá de dar clase, creo que tenemos que estar unidos en un concepto y poner límites a personas que pasan límites, como pasó el señor Santiago Caputo, que no sabemos cuál es su rol, que no sabemos cuál es su función más allá de la confianza extrema que pueda tener en él el presidente de la Nación, que de acuerdo a lo que dijo el Señor Adorne, le hizo un llamado de atención me parece que eso es lo ocupante para nosotros, los que tenemos que trabajar en un medio donde la clave saben por dónde pasa, por quienes nos respaldan a nosotros. Yo trabajé mil años como periodista deportivo. Saben lo que era aguantar a Julio Grondona, un dictador terrible. Y saben cómo lo sorteaba?

Porque tenía compañeros fuertes y dueños de medios que siempre nos banca y nos respetaron a nosotros los periodistas. En alguna oportunidad entrevistando a Mauricio Macri, un vocero de poca monta me llamó después para hacerme un escándalo. Cómo preguntaste esto? Si habíamos quedado, lo bloqueé nunca más le di pelota. Hablé a los quince días con Makey Makey. No me hizo ningún reclamo, me lo hizo uno de poca monta Alberto Fernández, Una nota que hice para Infobae. Me pidieron que lo califique cuando todavía tenía un alto poder. Yo dije cinco puntos.

No me gusta tanta intervención de Cristina Kirchner que después fue determinante lo de Cristina Kisner porque se lo comió crudo. Esa nota salió un sábado. El domingo, cuando me despierto, tenía un whatsapp de diez kilómetros que no me gustó el tono porque me dijo Te quiero explicar por qué me ponés cinco y no sé qué cosa te quiero explicar. Se manejan así los que tienen poder.

Imagínense esto que yo les estoy contando de Alberto Fernández y de un vocero de poca monta de Mauricio Mati, que no sé qué estará haciendo ahora porque no lo vi nunca más en la vida. Gracias a Dios o este señor Santiago Caputo, que creen que tienen un poder que es un poder efímero bajo las sombras de los presidentes, porque no votamos nosotros, ni a Marcos Peña, ni a corage, ni a Parrilli, ni a Aníbal Fernández, ni a Santiago Caputo.

Entonces me parece que tenemos que ordenar todo esto y hacer valer la libertad nuestra de los periodistas para poder trabajar para poder contarles a ustedes lo que pasa y para no vivir en estos submundos donde muchas veces muchas cosas no forman parte de la realidad. Vuelvo a repetir. El presidente tuvo la gran oportunidad de defenderse para lograr estabilizar lo que tiene hoy como elemento más firme que su credibilidad.

Lamentablemente, uno de estos iluminados transitorios, el señor Santiago Caputo, en estos tiempos sin límites, arruinó lo que tendría que haber sido la posibilidad de Miley de explicarle a su país, a su gente y a una sociedad que quiere que nos vaya bien lo que realmente sucedió. Capítulo estropeado.