Alguna vez lo dije en este espacio a las 5 de la tarde, como cada tarde y lo expresé de esta manera: lo que no le puede pasar a este país es que el futuro sea parte del pasado, que es lo que creo, entiendo, los que más o menos pensamos, como pienso yo, sentimos hoy cuando de repente, a 4/5 de las PASO, se reavivó la pelea entre Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri.

Coinciden conmigo que si hay algo en lo que coinciden Macri y Cristina es que en los últimos 20 años fueron poder y contrapoder, unos y otros, quizás un tiempo más largo el kirchnerismo fue el poder y cuando le tocó mirar desde afuera fue el contrapoder y el macrismo, lo mismo.

Por eso hoy vuelvo a insistir con esta idea a 4 o 5 días de las PASO. Si hay algo que no le puede pasar a este país es que el futuro contenga más elementos del pasado que verdaderamente del futuro, que es lo que uno siente cuando escucha determinadas cosas.

Creo que en la apertura lo planteábamos con Ramón: ayer Macri se sentó en un programa de televisión, hoy va a ser lo mismo que lo que en otro, y te contó un país que no pareció él gobernar durante 4 años, te lo contó con un tono de espectador, de cronista y habló del Fondo Monetario Internacional, con un nivel de ajenidad impactante.

Y Cristina recogió el guante, se tomó prácticamente la noche de la noche, la mañana de hoy y hace tres horas. Tuiteó: "¿En serio?", se pregunta la vicepresidenta, "Me estás jodiendo ¿cómo que el Fondo ya está acá? Si lo trajiste vos, papi, hacete cargo de algo alguna vez en la vida, por Dios". Y esta pelea entre Macri y Cristina, Cristina y Macri, que se reaviva; insisto a 4/5 días de las PASO.

Para muchos es parte de una Argentina del pasado. Por supuesto que está claro el rol que Cristina tiene en Unión por la Patria, creo que es la dueña de varios de los votos de ese espacio. Y también está claro el rol que Macri tiene en el espacio que creo sigue liderando, porque lo del búnker unificado él terminó terciado para que eso suceda. La foto que se sacó ayer es una clara muestra de los roles que siguen ocupando uno y otra.

Por un lado, Macri; por otro lado, Cristina Fernández de Kirchner. Claro, en clave electoral, quizás esto entusiasma a un sector de la sociedad, en clave electoral, Cristina cumplió con aquella idea de que su nombre y su apellido no va a estar en ninguna boleta. Y Macri hizo lo mismo.

No importa si a ninguno le daban los números y lo que quieran, pero va a haber un momento que este país va a tener que empezar a pensar en los nuevos liderazgos. Ojalá sea a partir del 10 de diciembre.

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