Se dijo, pero lo quiero subrayar: fue una lección histórica, histórica, porque el peronismo, por primera vez desde su existencia desde aquel histórico 17 de octubre, quedó tercero en una elección a presidente. Es histórica por otras cosas, pero quiero pararme ahí un minuto.
Por primera vez en la historia quedó el peronismo tercero en una elección a presidente; posiblemente porque el peronismo no haya podido analizar el estado de la sociedad argentina, el estado de la sociedad en su modo más puro, ir a buscar ahí abajo a ver qué es lo que está pasando.
Leí muchas cosas en las últimas horas. Quizás el análisis para mí más lúcido se lo leí a un colega que es José Nathanson, que publicó detalles muy interesantes, para entender parte de lo que sucedió en las últimas horas. Ese estado de sociedad. Dice Nathanson que "la sociedad argentina está astillada, partida en mil pedazos, luego de una década de estancamiento, de una economía que no funciona, de una economía que no resuelve, de una economía que no muestra una salida y de una configuración política polarizada, que ya no le sirve a nadie".
Posiblemente ayer se haya empezado lentamente a morir la grieta. Esa de la que se valieron muchos políticos y comunicadores, que ahora van a tener que pintarse la cara en tres partes: de un lado y del otro, y ahora del otro, sería de un lado del otro y del otro.
Si acá no hubo una explosión social es, posiblemente, porque haya no solamente cierta contención, por ejemplo, todo el asistencialismo que los distintos gobiernos de la democracia fueron poniendo, por supuesto, generando un gasto tremendo en el Estado, ese Estado que Ramón describía antes que no te devuelve nada, pero esa contención, cierta madurez democrática, vamos para 40 años allá logrado que, con una sociedad astillada partida en mil pedazos, acá no haya habido reacciones sociales violentas.
Es decir, dice Nathanson, "la sociedad no estalla, pero revienta para adentro todos los días ¿Dónde lo vemos? En la violencia intrafamiliar, en la multiplicación de pequeños conflictos sin sentidos que rápidamente terminan en una pelea feroz", dice Nathanson, "en el consumo de drogas, en el abuso de psicofármacos, ahí es donde se ve una sociedad completamente partida y fraccionada", lo marca.
Lo hemos tratado acá. El último informe del Observatorio de Psicología Social aplicada justamente de la UBA, que muestra el deterioro inédito que hay en vínculos humanos, en relaciones de pareja, en el aumento de los conflictos familiares. Nada de todo esto vio el peronismo. Nada, nada de esa sociedad astillada, partida fragmentada en mil pedazos.
Tampoco vieron, y esto sí lo supo ver Javier Milei, cómo está cambiando un concepto que se llama "la digitalidad", cómo la digitalidad, dice Nathanson en su último análisis "está cambiando la sociedad, sobre todo a los más jóvenes; aparecen nuevos trabajos, trabajos, por ejemplo, en aplicaciones en servicio de reparto, en empleos a comisión, por ejemplo, el telemarketing y en oportunidades que ofrecen las distintas economías nuevas que nadie vio venir".
Ayer, Massa habló de las Pymes de la industria nacional. Los pibes están hablando de esto, de la nueva digitalidad. Nadie lo vio venir. "Hoy en día", dice Nathanson, "los referentes de éxito de esta etapa de la sociedad, no son líderes que construyen grandes organizaciones o gestas colectivas, más bien son individuos, una sociedad de ídolos sueltos; de millonarios gracias a la especulación con criptomonedas, de influencers que facturan vía Youtube, de referentes del Trap del del Hip- Hop que ya no apuestan a un trabajo común colectivo, sino al talento individual de un artista, que lo único que necesita para triunfar es un teléfono".
¿Quién le está hablando a esos jóvenes? ¿Quién está interpretando a esos jóvenes? ¿El peronismo?.
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