Me quiero parar en la historia del asesinato de Fernando Pérez Algaba; por ahí lo escuchaste algo en los medios de comunicación; por ahí lo escuchaste como el caso del empresario descuartizado en Ingeniero Budge.

Me quiero parar acá porque en medio de la cuenta regresiva para las PASO en medio de una campaña política muy berreta, muy mediocre, con pocas ideas; en medio de los problemas económicos que la Argentina tiene; hoy te contábamos temprano en el comienzo del programa como finalmente la Argentina vuelve a negociar con el Fondo Monetario Internacional.

En medio de todo eso hay, evidentemente una Argentina mafiosa, opaca, macabra, truculenta, que por momentos emerge y aparece, en estos casos, que verdaderamente cuando uno ve los detalles, desconcierta; repito, por lo opaco por lo macabro.

Fernando Pérez Algaba, alias "Lechuga" tenía 41 años: apareció su cuerpo o parte de su cuerpo, descuartizado dentro una valija en Ingeniero Budge. La muerte, según se acaba de conocer en la autopsia, se conoció. El detalle que sorprende es que fue producida por un mecanismo violento: le dieron dos disparos, tenía todo tipo de lesiones en el cuerpo: una herida cortante en la espalda, golpes en el rostro. Todas esas lesiones fueron realizadas cuando la víctima ya estaba fallecida. Hace un rato apareció la camioneta. Una camioneta de 130 mil dólares, tirada en el medio del conurbano bonaerense.

¿Qué son estos casos que plasman lo peor de la sociedad la parte más violenta, esta suerte de Argentina mafiosa que la hemos visto en casos innumerable cantidad a veces? Pero ¿Qué pasa que de repente, un día te despertás y aparece un empresario descuartizado? ¿A quién le debía plata? ¿Cuáles son los vínculos que este hombre tenía con el poder? ¿Qué tipos de vínculo tenía, por ejemplo, con el mundo del fútbol? ¿Qué tipo de vínculos tenía, por ejemplo, con la barrabrava de Boca? ¿Qué hay detrás de este caso que, repito, conmueve, sorprende dos o tres días más está en los medios y pues desaparece? Desaparece y ya no miramos más y nos olvidamos de ese expediente

¿Hasta cuándo? Hasta que vuelva a aparecer otro caso más que expone, o que se convierte en una radiografía de esa Argentina que no queremos ver. Una Argentina que evidentemente todavía esconde detalles muy macabros y muy truculentos de sectores mafiosos.