Por un momento la política argentina se permite hacer un paréntesis. Ya te contamos temprano que se bajó Santoro del balotaje, que Jorge Macri es el Jefe de Gobierno Porteño; y, por un momento, el paréntesis se cierra rapidísimo. Ya se debe haber cerrado. Pero por un momento la política argentina se permite un paréntesis y se empiezan a aparecer a políticos de otro país.

Se baja Santoro y Jorge Macri tuitea: "Leonardo Santoro comunicó oficialmente que se baja el ballotage. Es un buen gesto de un dirigente al que valoro y respeto, que tuvo un gran compromiso durante la campaña, que actuó con lealtad; me alegra esta decisión que evita realizar una nueva elección en la ciudad, cuando los resultados ya habían expresado la opinión mayoritaria".

Automáticamente sale el presidente Alberto Fernández de abajo de las cavernas bien profundas en las que estaba, y en las que está, y dice: "Saludo a Jorge Macri, quien será el nuevo jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a cada porteña y porteño que el domingo asistió a votar". Ah, pero parecen señores de otro de otra patria.

Por un momento la política argentina se permite un paréntesis de buenos modales, que se va a cerrar muy pronto. De hecho, a esta hora, ni el candidato perdedor que entra al balotaje, Milei, ni la candidata que quedó afuera del balotaje reconocieron, ni se expresaron respecto al candidato que más votos sacó.

Esto qué pasó con Jorge Macri de un lado; Santoro, del otro; el presidente, jugando parece de otro establishment político de otro país. Se permitieron un paréntesis, un paréntesis o una bocanada de aire en una campaña al balotaje que va a ser salvaje.

Créanme que de acá a los próximos veintiséis días se van a escuchar barbaridades. Por eso digo por un ratito no más la política argentina se permitió un paréntesis y me atrevo a decir me atrevo a decir con cierta tristeza que el paréntesis que se abrió se cerró rápidamente.

Escuchá el editorial de Facundo Pastor acá: