Me gusta cuando a los políticos se les preguntan cosas distintas; a veces en los grandes medios perdemos la capacidad de poder preguntarle cosas sencillas a los políticos. En las últimas horas, una colega, Mai Pistiner, que es una influencer que tiene mucha gente que la sigue, lo entrevistó a Juan Grabois y le preguntó "¿Cómo te llevas con el dinero?".
Una pregunta interesante porque Grabois tuvo una postura, a propósito, de cómo se lleva justamente con la plata y habló de la simplicidad, dijo un par de cosas. Ahora bien ¿Con cuánta plata vivís dijo por mes? ¿Cuánta plata gastas para sostener, no sé, la educación de tu pibes sostener un alquiler, sostenerse en el día a día? Porque Grabois habló de este tema, y a mí me pareció que, primero interesante escuchar que los políticos cuenten con cuánto viven por mes, después preguntarnos si no se quedó un poco cortina con la cifra que le dijo a Mai, a propósito, de con cuanto vive por mes.
Bueno, esa idea de que el lujo, vulgaridad, idea que en algún momento popularizaron mucho Los Redonditos, que en verdad es una adaptación de una frase o de una reflexión que había hecho en algún momento Borges.
"Nunca me compre ropa porque siempre tuve a alguien que me la regaló", dijo entre risas el propio Grabois, Mai le preguntó por la campera que tenía, y le respondió " Regalo de una compañera". Luego le preguntó, por parte de la vestimenta, lo que tenía puesto de pantalón, las zapatillas, "Zapatillas compradas por mi mamá, el jean no sé quién me lo regaló", y dijo, "A una casa de ropa comprar no fui nunca".
Yo no sé si le crees o no le crees a Grabois, a propósito de esta idea de que en la casa él son 5, y que entre todos gastan 200 mil pesos. Sí me pareció interesante, más que la respuesta de Grabois, lo que la colega le preguntaba; porque hay que empezar a preguntar a los políticos, a los que tienen ganas de responder con mayor simpleza, para conocerlos más.
Porque tengo la sensación que los conocemos poco a los políticos que conocemos poco, a veces aquellos que integran una boleta que conocemos poco de su vida o que todo lo que conocemos es muchas veces lo que nos cuentan, entre los que hay, por supuesto, muchas mentiras.