¿Dónde está Cristina Kirchner? Es una pregunta que permanentemente nos hacemos y que no tiene una respuesta por lo menos instantánea, ¿Qué se sabe Cristina? ¿Cuándo fue la última vez que habló que se expidió? Por supuesto que ella no siente que este sea su Gobierno, eso está claro, prácticamente desde que asumió la vicepresidencia.
Hace un ratito te contamos acá la inflación de agosto del 12%. 124,4%, en el último año. Mientras, Alberto Fernández compara la economía de este país, con la de otros países donde, es cierto, que la inflación también golpeó, producto de varias cuestiones que no vienen al caso. De Cristina no se sabe absolutamente nada.
La última vez que apareció fue el día de la votación. Recién me miraba un poco en el calendario, pasaron treinta días, un mes exactamente desde que votamos de las paso. Un mes. Vuela el tiempo en este país. Un mes en donde Cristina aparecía haciendo una fila, esperando su tiempo para el acto electoral. Un mes en que se hacía viral porque espiaba, se acuerdan qué escribía o qué había redactado en algún mensaje, una chica que estaba delante de ella en la fila esperando para votar y después no se supo nada.
Nada. ¿Estará en silencio Cristina, porque se aproxima el fallo de Hotesur Los Sauces? ¿Porque pronto la Cámara Federal de Casación, máximo tribunal penal del país, se va a preparar para dar a conocer una decisión que la involucran a ella, que lo involucran a Máximo, que van a decidir si deben o no ir a juicio oral, por lavado activo?.
¿Estará en silencio porque se aproxima a la resolución de un segundo expediente por aquel acuerdo de entendimiento con Irán firmado en dos mil trece? ¿O estará en silencio porque sabe que cada mes, posiblemente de aquí a lo que resta de su gobierno, la cifra de inflación cada vez puede ser peor?
Alguna vez, Cristina realizó un buen diagnóstico sobre qué había que hacer con los salarios, con las jubilaciones, con el precio de los alimentos, con las tarifas. Fue en el 2020. El diagnóstico fenomenal, el resultado malísimo.
(audio) Hay que alinear precios de los alimentos, servicios, tarifas, salarios, jubilaciones porque si no sólo van a quedar cuatro vivos.
Ese era el diagnóstico que Cristina hacía, buena analista de la realidad de la política del poder, pero no alcanza con diagnósticos, alcanza con involucrarse; alcanza con entender que cuando la gente votó a Alberto Fernández, por más de que haya sido una jugada electoral maravillosa y estratégica, también la votó a ella.
Me fui rápidamente a Twitter, vieron que hoy todo pasa por Twitter. La política pasa por Twitter. Berreta la política argentina de cabotaje al mango, cada vez peor. Me fui rápidamente a ver si había algún mensaje empático con lo que está pasando en las últimas horas: hace tres días que Cristina no tuitea y el último tuit me ilusionó porque vi la palabra "solidaridad". "Toda nuestra solidaridad con el pueblo de Marruecos en este momento tan difícil y doloroso". Por supuesto. Tremendo lo que sucedió en Marruecos.
Pero ese es el último tweet de Cristina Kirchner, hace tres días. La última aparición hace 30; de la inflación, no se habla.
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