El futbolista de Boca Juniors, Marcos Rojo, habló en exclusiva con Marcelo Palacios y equipo, en Un Buen Momento, programa que sale de lunes a viernes de 18 a 21, por Radio La Red, e hizo referencia a la expulsión temprana que recibió frente a Platense en la cuarta fecha de la Liga Profesional.
“La primera amarilla fue un error enorme e innecesaria; me fui expulsado, dejando uno menos y ahí se complica todo. Asumo toda la responsabilidad de la derrota”, asumió Rojo, y continuó: “Charlé con mis compañeros, cuerpo técnico y quienes tenía que darles mis disculpas. Voy a aceptar este momento, a meterle, tratar de seguir mejorando y de seguir ayudando a Boca y a todos mis compañeros, que es lo que siempre hago”.
“Acepto las críticas y sé cómo es el juego. Si no fuera profesional no hubiera hecho la carrera que hice, jugar en los equipos que jugué y estar en el nivel que estoy. Jamás lo hice y jamás voy a jugar para hacerme expulsar. Siempre jugué así, soy muy impulsivo. No soy un mala leche. Jamás jugué para lastimar a nadie. Es un ataque, sin ponerme en víctima. El fútbol argentino es duro”, continuó.
A su vez, fue consultado por su continuidad en el "Xeneize" y fue contundente: “A mi me llamo Leo Messi, para ir a Inter Miami. La verdad que no estaba convencido de irme de Boca, había renovado hace poco; me comuniqué con Román y le dije que si me necesitaba, me quedaba”. “Estoy muy cómodo. Con Román tenemos una relación muy buena, charlamos siempre. Con el DT también estoy muy bien, se dijeron muchas tonterías y eso te cansa. Diego es un gran entrenador”, agregó sobre la relación con el Presidente y el Director Técnico del club.