Uno mira el calendario de un año tan largo, tan prolongado, que decimos qué cerca que estamos de votar. Pero qué lejos estamos de definir. Nos pasamos el año votando y hoy nos parece cercana la elección y lejana la definición. ¿Por qué? Porque lo más probable es que vayamos a un escenario de balotaje en noviembre, para luego pasar a la asunción de un nuevo gobierno en diciembre.

Realmente es mucho, mucho tiempo en un país donde las encuestas, cuando le preguntan a la gente qué siente, dice incertidumbre. Y yo creo que a esta palabra incertidumbre también le tenemos que agregar indiferencia, porque hay dos cosas que a mí me llaman muchísimo la atención: una es que todo el mundo tiene antecedentes en la Argentina.

Hoy, un entrevistado nos decía que hay una cuestión delictiva que abarca el 1,5% de la sociedad. Pero debe haber mucha reincidencia porque en cada caso encontramos gente plagada de antecedentes. ¿Por qué tenemos que tolerar vivir rodeados de delincuentes? Toda gente que está repleta de antecedentes y que en la mayoría de los casos cumple, lamentablemente, una regla que es la regla de vida del delincuente: el delincuente va escalando, pero en un momento lo sorprende la cárcel; el hospital, cuando termina malherido; o la muerte.

Y hoy vamos a conocer un dato demoledor. Porque hoy el boletín va a marcar una de las peores notas, que es la publicación del informe oficial sobre el primer semestre de este año en relación con la pobreza y la pobreza en la Argentina, sin medir lo que pasó en agosto, estará por encima del 40%.

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