Realmente me parece increíble que el presidente de la Nación esté tan desdibujado, tan sin funciones. Pero hoy, el Presidente no está solamente ausente en lo que es el presidencialismo, que es tan fuerte para todos los argentinos, sino que está fuera de timing.

Hoy leí ahí cortito una declaración en la que dice "tras los efectos de la devaluación, encomendé una serie de medidas para mejorar el ingreso". Creo que no hay un argentino que hoy esté relacionando las medidas económicas dadas a conocer el día de ayer con Alberto Fernández. Pero bueno, él debe sentir que con ello está cumpliendo su rol o que tomó una medida o que encomendó o que dio una orden.

Esta semana, hablando de economía, vamos a ver si retomamos el tema de la ley de alquileres, que es de altísima preocupación para todos los argentinos. En el Senado hay informaciones que marcan realmente un panorama muy, muy delicado. Según un informe, solo quedan 18 departamentos de cuatro ambientes para alquilar en la ciudad de Buenos Aires.

Escuché muchos disparates en las últimas horas porque pareciera que lo que es un negocio privado, tener una propiedad y alquilarla y que haya un interesado en vivir en ese lugar, tiene que tener una fuerte regulación del Estado. Con esta nueva ley, que para muchos es excepcional y es pésima tanto para el dueño como para el inquilino, hay que contar que desde que se modificó la ley hasta hoy tuvimos una inflación de 466%.

Todos aquellos que acaloradamente están defendiendo esta ley se olvidan de que también hay un propietario y los propietarios son personas que, en su mayoría, ahorrando con notable esfuerzo, tal vez trabajando más de la cuenta, lograron tener un patrimonio.

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