Por supuesto, no nos podemos apartar de algo que nos duele a todos los argentinos. Más allá de que hoy estamos en campaña política y definiendo en breve quién va a gobernar por los cuatro años, vuelvo a incluir un tema lamentable, recurrente y enquistado en la vida de los argentinos. Y a esta altura, cuando miramos esa tabla que marca que estamos terceros en la tabla mundial de inflación, no podemos ya insistir con que la culpa es del otro, de la pandemia o la guerra, porque el mundo se perfila y se maneja por otro lado.

Acá, en la Argentina, nadie pudo combatir seriamente la inflación, y en los pequeños momentos donde hemos tenido una estabilidad, por no hacer bien las cosas o por estirar mucho algo que supuestamente funcionaba, terminamos con situaciones críticas, con más crisis, con más pobres, con más indigentes y con más problemas.

Hoy, cuando vemos este número de 12,4%, realmente tenemos que estar todos preocupados y tenemos que estar todos alineados en creer que a partir de diciembre, con la Argentina de Milei, la Argentina de Massa o la Argentina de Bullrich, vamos a tener que trabajar de verdad en este tema. Cuando veamos el debate y cuando estén los cinco candidatos, les tenemos que preguntar cómo van a bajar la inflación.

No podemos vivir con un índice tan alto, porque si bien después de las elecciones tuvimos una devaluación importante, vamos a tener que seguir devaluando en el futuro. ¿Por qué? Porque hoy tenemos una brecha altísima entre el dólar oficial y el dólar marginal y porque tenemos un montón de cosas congeladas que, cuando se descongelan, van a provocar una ola.

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