
La primera sesión plenaria de la séptima Cumbre de jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) terminó pasadas las 20 con el traspaso de la presidencia pro tempore de Argentina al bloque de San Vicente y las Granadinas, tras una intensa jornada de intercambios entre los líderes de la región.
Los 15 mandatarios presentes expusieron entre sus principales temas la preocupación por la crítica situación que se vive en Perú, el reclamo por el exmandatario Pedro Castillo y los cuestionamientos indirectos a Cuba, Venezuela y Nicaragua de Luis Lacalle Pou (Uruguay).
La jornada, marcada también por la polémica de la visita de Nicolás Maduro y su posterior suspensión, culminó cuando Alberto Fernández le hizo el paso de mando al primer ministro Ralph Gonsalves, que se transformó en el primer líder de la cumbre en ser de un país del Caribe anglófono. Previo al trasado, el mandatario argentino le agradeció a Lula da Silva "por haber traído a Brasil nuevamente a la CELAC, donde siempre debió haber estado".
Para Fernández, "el desafío el año entrante es trabajar con la Unión Europea" en una cumbre que se realizará en junio próximo, porque, dijo, "va a tener mucha relevancia".
Al poner a consideración la votación por el período 2023, que recayó en Gonsalves, el jefe de Estado argentino hizo entrega de los atributos de la presidencia pro tempore de la Celac.
El comunicado en conjunto de la CELAC
Los líderes emitieron una declaración en conjunto en la que destacaron la recuperación económica post-pandemia, la seguridad alimentaria y energética, entre otras temáticas.
En ese sentido, aseguraron que "en el espíritu de lo señalado en la Declaración de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe de la Riviera Maya de 2010, la democracia es una conquista de la región que no admite interrupciones, de conformidad con el ordenamiento jurídico de los Estados, ni retrocesos".
"Reiteramos en ese sentido nuestro más firme compromiso con la preservación de los valores democráticos y con la vigencia plena e irrestricta de las instituciones y del Estado de Derecho en la región; el acceso a las funciones públicas y su ejercicio; y el respeto a las facultades constitucionales de los distintos poderes del Estado y el diálogo constructivo entre los mismos; la celebración de elecciones libres, periódicas, transparentes, informadas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; la participación ciudadana, la justicia social y la igualdad, la lucha contra la corrupción, así como el respeto a todos los derechos civiles y políticos reconocidos en los instrumentos internacionales aplicables", enumeraron.
En términos económicos, manifestaron su preocupación porque varios países de América Latina y el Caribe emergieron de la pandemia con mayores niveles de deuda pública y subrayaron "la necesidad de que las instituciones financieras regionales e internacionales, como los Bancos Multilaterales de Desarrollo, mejoren las facilidades crediticias a través de mecanismos justos, transparentes, accesibles y sin exclusiones".
La situación de Perú
El presidente Alberto Fernández se mostró en alerta tras el medio centenar de muertos, saldo de las protestas que se suceden en el país lindante, y propuso trabajar en la recuperación de la institucionalidad y el cese de la violencia callejera e institucional.
"Quiero decir, como hombre que ha dedicado su vida a la docencia universitaria, veo con enorme preocupación que tanquetas avancen sobre la Universidad de Lima con los costos que eso significa en términos sociales", destacó al cierre de la sesión, según indicó la agencia NA.
Gustavo Petro (Colombia) dedicó parte de su intervención a cuestionar el encarcelamiento de Castillo: "¿Por qué tenemos que seguir manteniendo violaciones del sistema interamericano a pesar de que nuestros Gobiernos firmaron en el pasado el tratado?"
En la misma línea, Andrés Manuel López Obrador (México) pidió "no dejar solo al pueblo de Perú", y calificó de "infamia" la destitución y el encarcelamiento de Pedro Castillo tras el autogolpe que protagonizó, y "la forma en la que están reprimiendo al pueblo".
Las críticas solapadas a Venezuela
Por su parte, Luis Lacalle Pou (Uruguay) planteó la necesidad de mirar a la CELAC "hacia adentro" y advirtió que el bloque regional no puede tener "el carácter de un club de amigos ideológicos", en una clara crítica -indirecta- a la participación de los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
"Se habla del respeto a la democracia, a las instituciones y los derechos humanos, pero hay países acá que no respetan la democracia, ni las instituciones, ni los derechos humanos", aseguró el mandatario.
Información extraída de A24.com