Adelantado a Juntos por el Cambio, que en este momento hierve en una interna entre Facundo Manes y el PRO, el peronismo ya activó el dispositivo electoral: mientras los gobernadores del PJ concretan el desdoblamiento de los comicios provinciales, los intendentes del conurbano bonaerense ya activaron el operativo clamor por Cristina Kirchner 2023, como un intento de retener los votos en su territorio.
La mayoría de los peronistas tiene en claro -y lo reconocen en charlas reservadas- que si no hay un cambio concreto del rumbo económico, las elecciones presidenciales del año que viene están perdidas. Por lo que muchos buscan la mejor manera de asegurarse el poder en sus terruños a la espera de que cambie el viento.
En ese plan, los gobernadores fueron pioneros orquestando, primero, el desdoblamiento de las elecciones en sus distritos, para escapar de la grieta y “provincializar” los comicios, en una estrategia a la que luego le sumaron una campaña activa para la eliminación de las PASO a nivel nacional, lo que fulminaría directamente las primarias locales, que en general favorecen a las oposiciones.
Aunque Alberto Fernández no define -dice a sus íntimos no estar pensando en eso con los problemas económicos y sociales que atraviesa el país-, las acciones del Gobierno fueron en dirección de ratificar las primarias, un artefacto concebido y puesto en marcha por la propia Cristina después de la derrota electoral en las legislativas de 2009.
La negociación en el Congreso
La inclusión de las PASO en el Presupuesto 2023 da cuenta de que el Poder Ejecutivo las tiene previstas, aunque no puede descartarse un volantazo parlamentario a través de bloques aliados, como suele hacerse en estos casos para guardar las formas.
El jefe del interbloque Provincias Unidas y diputado de Juntos Somos Río Negro, Luis Di Giácomo, anticipó que ese espacio presentará en los próximos días un proyecto para suspender definitivamente las primarias. Resta ver si el oficialismo le da curso.
“Hay tres actores que impulsan la suspensión de las PASO -explican en el peronismo ante la consulta de A24.com-: Juan Manzur, los gobernadores y Sergio Massa”.
Los justicialistas afrontan un escenario en el que, dicen, Alberto “resiste” -recuerdan que el año pasado el Presidente dijo que quería que hasta el “último concejal” se eligiera por primarias- y Cristina, aún escuchando a todos, no define.
El PJ quiere que no haya PASO a nivel nacional porque, de ese modo, se obturan las posibilidades de que el voto conservador se agrupe: si se eligiera presidente una sola vez, Juntos por el Cambio y el libertario Javier Milei se restarían electorado entre ellos y no habría posibilidad de que, después de las primarias, se impusiera el “voto útil” para el que tuviera más posibilidades.
Si bien la mayoría de los legisladores van a cumplir con la orden que baje de los gobernadores, el oficialismo tiene un problema en el Congreso para tumbar las PASO: Juntos por el Cambio no votaría el Presupuesto 2023 si el Frente de Todos avanza luego en la eliminación de las primarias. Y el Gobierno no quiere pasar dos años seguidos sin la ley de leyes.
La rosca del conurbano
Mientras esperan señales de Cristina, los intendentes del conurbano avanzan por su parte en el “operativo clamor” para que una eventual candidatura de la vicepresidenta les garantice la reelección en sus terruños.
Nadie tiene muy claro si esa proyección de Cristina es para una banca de senadora por la provincia de Buenos Aires o una nueva aventura presidencial. Todo indica que los planes apuntan a la primera alternativa, lo que confirmaría la intención del kirchnerismo de “replegarse” en el conurbano en caso de que el resultado electoral sea desfavorable.
A Axel Kicillof, como a cualquier gobernador del Frente de Todos, también le convendría la eliminación de las PASO. El propio camporista Andrés “Cuervo” Larroque salió a pedirlo, al advertir que ya no se usan con el “espíritu con el que fueron previstas”. Pero los kirchneristas aseguran que va a ser difícil convencer a la vice.
El poroteo en provincia
En el PJ Bonaerense, que conduce Máximo Kirchner, entienden igualmente que hay chances de que Cristina juegue. “Hay que parar con inventar candidaturas, no es momento de individualidades”, dicen en el kirchnerismo, donde apuestan por la reelección de Kicillof, arriba, y de todos los jefes comunales, abajo.
Algunos se permiten criticar así al jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, por agitar versiones de una postulación a la gobernación.
Según pudo saber A24.com, en la Gobernación le restan influencia a Insaurralde (hoy jefe de gabinete en Provincia) como interlocutor de los intendentes y aseguran que cada uno “gestiona individualmente lo que precisa”.
“Ellos sostienen que nadie los representa en la gestión del día a día, que no hay una exposición de la visión amplia de la problemática y que eso agranda las dificultades”, exponen en el Gran Buenos Aires, donde dicen que ese malestar fue percibiéndose en cada reunión de los intendentes. Los rumores de los últimos días planteaban que Máximo Kirchner desembarcaría como candidato a gobernador de Santa Cruz, Axel sería el candidato a presidente e Insaurralde se quedaría como gobernador.
Por eso cuestionan a Insaurralde. “Ahora resulta que se dedican a inventar que Axel va a ser candidato a presidente para generar la vacante de gobernador y tratar de ocuparla. Axel afirma continuamente que quiere repetir como gobernador”, aseguran.
“Axel fue candidato a gobernador por Cristina, así que hay que ayudarlo en lugar de andar criticándolo todo el tiempo”, piden los intendentes, al confirmar la administración “partida” en La Plata entre Kicillof y su equipo y el ala de Insaurralde que llegó de la mano de Cristina y Máximo.
Para los voceros, “si vamos a imitar el espantoso ejemplo de la oposición en la provincia olvidándonos de la gente, dividiéndonos y empujando proyectos individuales, la que lo va a pagar es la gente”. Por eso piden “rosquear menos y trabajar más”. Se largó la interna.
Información extraída de A24.com