"Lo que vimos hoy fue un River que no parecía ser el mismo equipo. Este probablemente fue uno de nuestros peores partidos, si no el peor, desde que asumimos el cargo", lamentó Martín Demichelis después de la derrota 2-0 ante Vélez en Liniers. En ese partido, su equipo apenas tuvo oportunidades de disparar al arco. Además de la falta de eficacia en el ataque, la fragilidad defensiva de River también fue motivo de preocupación, lo que resultó en una preocupante racha que no se veía en 16 años.
El gol de Claudio Aquino a los 22 minutos del primer tiempo fue decisivo para el equipo. River recibió el primer gol del partido por quinta vez consecutiva, algo que no había sucedido desde 2007. Esta mala racha comenzó en los octavos de final de la Copa Libertadores contra Internacional, cuando Enner Valencia anotó para los brasileños, y continuó en el partido de vuelta en Beira-Río con Gabriel Mercado. En la primera fecha de la Copa de la Liga, Argentinos Juniors abrió el marcador en La Paternal con un gol de Marco Di Cesare. En el siguiente partido, Bruno Sepúlveda de Barracas Central fue el primero en anotar en un enfrentamiento que terminó 5-1 a favor de River.
Para encontrar un precedente similar, debemos retroceder hasta la época en que Daniel Passarella era el director técnico en septiembre de 2007, y también ocurrió en un torneo internacional. River perdió 1-0 contra Botafogo en los octavos de final de la Copa Sudamericana, con un gol de Joílson al final del primer tiempo. Cuatro días después, sufrió una derrota histórica ante Tigre por 4-1 en el José Dellagiovana, con un gol inicial de Román Martínez de cabeza a los 10 minutos del primer tiempo. En el partido de vuelta del torneo continental, River logró una increíble remontada al vencer 4-2 al equipo brasileño, que anotó el primer gol en el Monumental.
Después de avanzar a los cuartos de final, River empató 3-3 con Rosario Central (gol de Cristian Álvarez) y perdió por 4-1 ante Argentinos Juniors en La Paternal (gol de Gabriel Hauche). La racha finalmente se rompió el 7 de octubre de 2007 cuando Radamel Falcao anotó el primer gol en el Superclásico contra Boca, que terminó 2-0 a favor de River.