Luego de comenzar el último Mundial Sub-20 como suplente, Luka Romero, la figura destacada de la Selección Argentina bajo el liderazgo de Javier Mascherano, se ganó rápidamente el cariño del público nacional. En apenas cuatro partidos, anotó dos magníficos goles y brindó una asistencia, dejando una impresión duradera en los aficionados. A pesar de la temprana y dura eliminación en los octavos de final frente a Nigeria, el joven talento de 18 años se enfocó en lo positivo, valorando la experiencia inolvidable de jugar en casa y sentir el apoyo de su gente.
Aunque nació en México y creció en España, Romero cambió para representar a Argentina, ya que toda su familia es argentina y se siente identificado con el país. Su deseo es seguir creciendo en su carrera y llegar a compartir equipo con su ídolo, Lionel Messi, en la Selección Mayor. Su próxima parada podría ser en el AC Milan de Italia, lo que considera una oportunidad para seguir progresando y mantenerse en la consideración del técnico Lionel Scaloni.
A pesar de las posibilidades de jugar en clubes destacados como Boca o River, Romero aseguró que, si llegara a jugar en Argentina, "me gustaría jugar en Quilmes, por mi padre".
El pibe récord de La Liga española, que debutó en el Mallorca en 2020 con solo 15 años, grabó esa experiencia como una locura, ya que aún estaba estudiando y sentía que era algo fuera de lo común. A lo largo de la entrevista, dejó claro su deseo de seguir creciendo como futbolista y llevar adelante su sueño de vestir la camiseta de la Selección Argentina.