A tres días de la trágica muerte de Hernán Manrique, uno de los técnicos de la Reserva de Vélez, Marcelo Bravo, el otro integrante de la dupla, dialogó con Un buen domingo y describió cómo fueron los últimos instantes de la vida de Palito. Según dijo, es el hecho "más triste" que le tocó afrontar en su carrera.
"Hernán era un ser maravilloso, un tipo bárbaro. Y de repente no lo tenemos más", señaló, todavía conmocionado, para luego recordar cómo fueron esos minutos finales.
"El partido era a las 11 y casi siempre teníamos el desayuno con los chicos a las 9. Nosotros siempre llegamos un poco antes, tipo 7 o 7:30. Después del desayuno, tipo 9:30, los chicos empiezan a cambiarse. Ya casi era la hora de la charla técnica. En esos casos, yo solía darla y él finalizaba casi siempre con algunos conceptos y daba la última arenga", recordó.
Según contó Bravo, cuando los futbolistas de Vélez estaban por salir al campo para la entrada en calor, notó que algo no estaba bien con su compañero: "Lo veo como que se queda quieto. Yo reacciono y digo 'bueno, vamos, chicos, para adelante. Vamos, que tenemos a sacar este partido adelante'. Los chicos salen a la entrada en calor y él se sienta".
"Le pregunto si estaba bien y me responde que no y como que empezó a transpirar. Se toca la frente y después se toca el pecho. Le digo 'bueno, hay que decirle al médico'. Pero me dice que no, que se le va a pasar. Entonces, yo hablo con el médico del club. 'Fíjate porque para mí no está bien', le dije. Lo veía un poco pálido y es ahí que el médico lo ve y habla con él. En eso yo me voy para afuera porque tenía que terminar de decirles algunas cosas a los chicos", agregó.
"Vuelvo a entrar al vestuario y lo veo que está en el espejo del baño. Le pregunto: 'Pali, ¿estás bien?' Y me responde: 'Sí, estoy estoy un poco mejor'. La verdad, siendo sincero, yo no lo veía bien. Entonces vuelvo a salir", contó.
Para ese entonces, según dijo Bravo, Manrique estaba contenido por el cuerpo médico y otros asistentes. La situación parecía bajo control. Sin embargo, no era así.
"Salgo al campo de juego, empieza el partido. Traté de no pensar en él en ese momento y estaba tranquilo porque lo estaban conteniendo, lo estaban tratando. Termina el primer tiempo y luego doy la charla para salir al segundo. Y cuando estamos por salir, me entero de la noticia. Fue lo más triste que me pasó en todo este tiempo", recordó.