Gabriel Carrizo, conocido como el jefe de los vendedores de algodón de azúcar "Los Copitos", aceptó ir a juicio oral y público por el presunto intento de asesinato contra la vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner. La decisión fue comunicada a través de un escrito presentado por su defensor, Gastón Marano.
En el escrito, Marano mencionó que la decisión de aceptar el juicio oral se debe a la privación de libertad de su cliente y la necesidad de evitar demoras en el proceso. Sin embargo, dejó en claro que esta aceptación no implica conformidad con la forma en que se ha requerido el juicio y que no renunciarán a interponer excepciones y nulidades en el momento adecuado.
Además, el abogado adelantó que en la etapa de instrucción suplementaria, previa al debate oral, solicitará la producción de pruebas que consideran útiles y que no se han realizado hasta el momento.
En su pedido, Marano solicitó que el juicio se celebre ante un "Tribunal Colegiado", es decir, integrado por tres jueces de un tribunal oral federal de la Capital Federal.
El pronunciamiento de Gabriel Carrizo representa uno de los últimos pasos procesales antes de la clausura de la etapa de instrucción y el inicio del juicio oral. El expediente será remitido al tribunal correspondiente para llevar a cabo el debate en los próximos meses.
