Una trágica noticia conmociona a la industria aérea y a los viajeros de América Latina: un piloto de la aerolínea chilena Latam falleció a bordo en pleno vuelo entre las ciudades de Miami y Santiago de Chile debido a una descompensación. El capítulo lamentable ocurrió durante el vuelo LA505 y puso de manifiesto la fragilidad humana en uno de los entornos más controlados y regulados, el espacio aéreo.
Iván Andaur Santibañez, el capitán de la aeronave, con más de 25 años de experiencia en la empresa, se descompuso repentinamente, obligando a la tripulación a tomar medidas de emergencia. El avión aterrizó de manera inesperada en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, cerca de la capital panameña, Ciudad de Panamá. A pesar de los esfuerzos de la tripulación y del equipo médico en tierra, el piloto no pudo ser salvado.
El vuelo LA505 partió de Miami con destino a Santiago de Chile, pero la tragedia cambió drásticamente el curso de los acontecimientos. La aeronave se vio forzada a realizar un aterrizaje de emergencia para asistir al piloto, afectando a los pasajeros y a la operación del vuelo.
El relato de una pasajera
Una pasajera del vuelo relató la angustia vivida a bordo y en tierra. "Después de 40 minutos, el piloto nos preguntó si había algún médico en el avión", recordó la mujer, describiendo el momento en que comenzaron a surgir señales de problemas. Posteriormente, una azafata solicitó elementos para personas insulinodependientes, generando desconcierto entre los pasajeros.
La situación se volvió más crítica con el aterrizaje de emergencia en Panamá. Los pasajeros tuvieron que desalojar el avión mientras la situación de salud del capitán empeoraba. Llegaron a Panamá cerca de la medianoche, enfrentando complicaciones logísticas adicionales.
"Bajamos del avión a la 1 y nos llevaron a un montón de hoteles que estaban llenos. Éramos 300 personas y no cabíamos todos en un hotel. Hicimos filas, fue horrible la experiencia", compartió la pasajera sobre las dificultades que enfrentaron después del trágico suceso.