
Porque durante nueve meses el Gobierno argentino estuvo insistiendo con el doctor Lijo y el doctor García Mansilla para incrementar una corte que hoy tiene solamente tres miembros, nueve meses, muchas negociaciones, mucho tire y afloje, pero me parece que más allá de escucharlo a Guillermo Francos hace minutos confirmando y ratificando que el presidente puede tener alguna otra idea.
Claramente es una derrota para el Gobierno en el Senado, una de las primeras, porque en su debilidad numérica tiene el ocho por ciento de los senadores. El quince por ciento de los diputados hasta ahora venía bien y había sacado un sinfín de resultados. Ahora entraremos en la complicada situación del doctor García Mansilla porque vemos a través de algún juez con camiseta partidaria, como el doctor Ramos Padilla, la orden a García Mansilla de no intervenir en ninguna causa de la Corte. Y realmente sería interesante que rápidamente, más allá de la postura de la Corte, que le tomó juramento y lo admitió, que veamos cómo se resuelve para no caer otra vez en una obstaculización persistente y permanente con el hecho que todo lo que haga la corte.
Ahora, si queda García Mansilla esté bajo la lupa de la nulidad la designación. Hoy me lo decía una fuente muy fuerte de la justicia por decreto es legal, pero no es legítima y sabemos que la correcta designación es con el acuerdo del Senado, con la voluntad de los representantes y ahí, más que nunca, representando a las provincias. Algunos mantuvieron una línea férrea en cuanto a su pensamiento y otros fueron cambiando. Y yo creo que la lectura política que tenemos que hacer con lo que sucedió dentro de este Senado con una composición muy, muy particular, es que por primera vez al Gobierno le fallan los aliados del pro.
Porque hasta ahora el pro muchas veces bien tratado y muchas veces maltratado por parte de la libertad, avanza, acompañó en un sin fin de proyectos y en muchos creo que no estaban al cien por ciento de acuerdo. Pero mantuvieron una conducta que le permitieron al Gobierno que repito tiene solamente el quince por ciento de los diputados y el ocho por ciento de los senadores hacer pie en situaciones muy, muy complejas contra un cisne voraz y contra una izquierda que siempre está en contra absolutamente de todo.
Me parece que tienen que hacer ese tipo de lectura y comprobar que algo sucedió. Y tal vez ver que esta confrontación tan tremenda que están planteando en la ciudad de Buenos Aires, como si se terminara el mundo en una elección legislativa del dieciocho de mayo, tiene que tener algún punto de equilibrio y algún punto de inteligencia, porque ayer lo hablábamos, consiga al O pena y lo hablábamos con el señor pareja, que es el armador en la provincia de Buenos Aires.
Gran parte de la sociedad argentina que votó a Macri después votó a Milei. Y hoy no sé si tienen tan claro el formato que van a elegir en la próxima elección por una cuestión de convicciones políticas. Yo creo que van a votar muchas veces con lo que ha sucedido permanentemente en la Argentina, el que está con mayor fuerza y mayor condición de derrotar al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires. Más que nada si aparece Cristina Fernández y aquí en la ciudad, sin darle la posibilidad a que una expresión de unión por la patria que cambia el nombre, etcétera, etcétera, tenga la posibilidad de ganar un territorio donde no puede ganar nunca.
Creo que la última vez fue en el ochenta y nueve con el Menem mismo. Entonces me parece utilizando un poco las palabras de juez que están jugando con demasiado fuego. Y ayer fue una muestra clara lo que pasó en el Senado. Porque más allá de las ideas del pro, más allá de la defensa de la institucionalidad, del pro que lo utiliza como bandera, en el día de ayer, una conducta cambió el destino de un deseo del Gobierno nacional por parte del Pro y por parte de algún aliado que en algún momento fue y dejó de serlo, como el señor Paul Troni, que mantiene una línea permanente porque también defiende los derechos de su provincia, que es la provincia de Formosa, y me parece que es lo que tenemos que prestar.
Atención cómo sigue este camino en estos dos meses o mes y medio frenético que vamos a tener en una elección donde no cambia el jefe de Gobierno, pero donde se puede plantar un color diferente al del Gobierno que tenemos hoy en la ciudad de Buenos Aires. Si gana el PRO, sacará pecho y negociará condiciones diferentes con la libertad, avanza.
Si gana la libertad, avanza, pondrá el sello pensando en el dos mil veintisiete y también fijará condiciones en esta sociedad donde no hay tanta confianza y donde se miran de reojo, casi casi permanentemente. Para terminar, veremos qué sucede con el regreso de Javier Milei de los Estados Unidos. Veremos si ya tenemos el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Escucho mucho comentario de otro tiempo que el fondo que la plata, todos los gobiernos han generado una pelota de deuda bestial en la Argentina, el de Mauricio Macri con el fondo, el de Alberto Fernández, con más de ochenta y cinco mil millones de dólares. Me parece que ya es una discusión un tanto antigua. Quién nos presta? Quién no nos presta?
Lo importante es la tasa y lo importante es que Argentina alguna vez salga de esta crisis sistemática y permanente que tiene de no poder hacer pie, de no tener dólares y de vivir casi siempre con lo prestado. Veremos cómo es el resultado de esta escala arancelaria que dio vuelta al mundo en el día de ayer. Y si hay algún tipo de ventaja en este alineamiento casi casi integral que tenemos con Trump, no tanto con los Estados Unidos a partir de la gestión de Javier Milei.
Ojalá así sea porque caso contrario, la verdad que estar en una postura tan tan integral pero sin tener demasiados resultados nos hará repensar a nosotros, por lo menos como Ciudadanos, si nos conviene esta alternativa o estar abiertos como muchos, sin estar con los dos pies metidos directamente en alguna potencia.