
Pongo expectativa en que el próximo veinticuatro de marzo, el del dos mil veintiséis, ojalá estemos todos con buenas vidas y con una Argentina más comprensible y de no tanta pelea, porque vamos a cumplir cincuenta años de un golpe militar brutal en la Argentina, que dejó todo lo que dejó. No necesitamos que nos expliquen tanto. No me parece que hay cosas que todos las conocemos.
Y hoy leía a Gonzalo Abascal, que hace unos días participó con nosotros y en su editorial decía que ayer una de las tendencias, una de las cosas más buscadas en Google, era qué pasó el veinticuatro de marzo? La pregunta aparecía desde temprano entre las tendencias de búsqueda mayoritarias en Google. Pero cómo vamos a estar preguntando qué pasó el veinticuatro de marzo? Miles de usuarios preguntaban lo mismo de distintos modos. Qué se conmemora el veinticuatro de marzo? Qué sucedió el veinticuatro de marzo, Después algunos. Hoy es feriado. Hay clases hoy, veinticuatro de marzo, donde tenemos cortes.
Realmente llama la atención que una parte de la población esté tan ajena a una fecha que marcó muchísimo a la sociedad argentina. Al margen de esto, a mí me sorprende también que en el dos mil veinticinco tengamos situaciones tan pero tan antagónicas y referencias tan, tan, tan vi símiles con relación a un hecho que marcó a nuestro país.
Podemos discutir cifras, podemos discutirlas. Lo que no estamos discutiendo es personas que han desaparecido, ya sean treinta mil, ya sean siete mil o ya sean dos o tres, que lamentablemente no fueron tan pocas. El número no cambia las circunstancias y no cambia los hechos. Y me parece que en estos tiempos intentar seguir adueñándose de cosas que no le pertenecen a nadie, sino que forman parte del dolor, del archivo y de la memoria de todos los argentinos.
Ya es desgastante. Y en esto tiene una gran responsabilidad. Los organismos de derechos humanos que cruzaron un límite que no corresponde porque la defensa de los derechos humanos son para todos, porque después damos malos ejemplos. Ya nos pasó con los colectivos que defienden los derechos de las mujeres. Si sos de mi idea, te defiendo. Si sos de una idea contraria, que Dios te ayude y eso no va, Eso no va. Y esto es lo que marcaron los organismos de derechos humanos que desde lo económico con el Gobierno Krista sacaron un sinfín de ventajas.
Entonces, a partir de ahí, creyeron que los derechos humanos pertenecen solamente a un sector político. Y no es así, no es así. El Gobierno confronta con la idea de reivindicar la necesidad de una verdad completa. Y yo creo que más allá que el Gobierno, que siempre se siente en debilidad pero saca cabeza porque tiene ocho por ciento de senadores, quince por ciento de diputados, no tiene gobernadores, no tiene intendente, se para del otro lado del ring y pelea.
Y muchas veces está ganando muchos rounds, como pasó la semana pasada con el tema del Fondo Monetario y con el control otra vez de la calle, después del dislate de las barras bravas y esa manga de delincuentes que una semana antes rompieron toda la ciudad de Buenos Aires supuestamente para defender a los jubilados. Pero me parece que el Gobierno, más allá de medir sus fuerzas y decir Che ojo, que no somos tan débiles, eh, nos metimos entre la libertad entre la Unión por la patria y juntos por el cambio, y somos nosotros gobierno y les ganamos por goleada.
Ojo con esto porque me parece que la idea de querer confrontar permanentemente también ya es muy cansador. Y es muy provocativa. Y es muy desgastante. Yo creo que el noventa y pico por ciento de los ciudadanos no queremos más este estilo de confrontación permanente. El tuit de un lado, el tuit del otro, el sacarnos responsabilidades fuertes de lo que tenemos, tratando de llevar la atención para otro lado. Yo veía a Cristina Fernández el sábado pretendiendo darnos una clase, una master class de educación.
Y yo digo esta mujer sabe dónde está parada con una condena brutal por corrupción en el caso de vialidad, a la espera de otro caso brutal de corrupción con los hoteles del sur, con otro caso de corrupción terrible como los cuadernos de las coimas. Sabe dónde está parada el presidente de la Nación Cuando sale a confrontar con toda esta idea de la memoria completa y del repaso y de la desclasificación? Sabe que los argentinos hoy tal vez la tensión, salvo un sector de fanáticos, la pone en otra cosa. La ponen en la inseguridad bestial que no resolvimos.
Ayer escuchaba a un papá en Wilde que no podía sacar al chiquito del auto porque quedó atrapado con el cinturón de seguridad y casi lo pierde. La gente tiene otro tipo de preocupaciones. No está en mil novecientos setenta y seis, no está en el gobierno de Cristina Kirchner, que ya pasó y que la gente en un momento dijo afuera y se terminó. Esta historia está en otra cosa.
Ojalá que el próximo año, cuando estemos hablando y compartiendo juntos este espacio, podamos estar diciendo cheque, evolución de la sociedad argentina donde nadie nos tenga que decir. Esto fue así o que otro venga y nos diga no. Esto fue por allá, con dos versiones tan antagónicas y que no tengamos que enterarnos al día siguiente, que la tendencia más importante en Google es qué pasa o qué pasó un veinticuatro de marzo de mil novecientos setenta y seis, porque realmente es triste.
Yo sé que todo el mundo tiene un reflejo y todo el mundo tiene un conocimiento. Pero también sé que muchos pueden entrar en situaciones de confusión ante un discurso tan cambiante de un lado del otro, tan oportunista de un lado del otro que nos lleva a dividir permanentemente, agrietar y a creer que cada uno en la Argentina no tiene una verdad. La única, porque la verdad siempre es una sola. Después hay matices.
Después hay verdades que no son reales, que son artificiales y después hay muchas mentiras y quiero cerrar, porque para mí la síntesis del veinticuatro de marzo, la síntesis de la angustia de la dictadura, de toda la locura argentina, de tanta sangre derramada, de tanta gente desaparecida, de tanta gente torturada, de tanta gente sin juicio, de tanta gente que murió sin sentido, lo refleja a Julio César. Strassera, un fiscal de hierro que tuve el gusto de poder conocerlo trabajando en América Televisión.
Un hombre con mucho huevo para en un momento muy fuerte de la Argentina y muy endeble porque el Gobierno de Raúl Alfonsín recién nacía Julio César Es trasera desde aquellos tiempos nos contaba y reflejaba qué significa jugar muchas veces con los derechos humanos, emblema de todo lo que nos pasó y una reflexión de él que me parece que nos permite, después de tanta confusión de tanta pelea ayer y de tanta búsqueda insólita en Google, entender que tenemos que tener una única verdad, porque siempre la verdad, siempre la verdad es una sola.