Me tomo el minuto como todos los días, y aprovecho este puntapié que me diste porque yo ayer, cuando veía el comportamiento de los diputados más allá de las ideas, no. Porque, por supuesto, uno puede tener algún tipo de afinidad con alguna idea, no con algún diputado o diputada.
Por supuesto que hay líneas de trabajo, hay gente más consistente, hay gente que no lo es. Hay gente que tiene una experiencia y además tiene una carga fuerte del punto de vista política de la Argentina.
Y hay muchos que están aprendiendo y muchos que llegaron por listas sábanas de casualidad y hoy son diputados de la nación. Pero yo me plantaba y veía, digo qué difícil.
Más allá de las ideas que tenga el Gobierno estar parados en un lugar donde no hay que tocar nada, no hay que cambiar nada. No hay que modificar nada tratando de justificar el fracaso argentino de los últimos setenta años en un montón de cosas.
Un fracaso que tiene la responsabilidad de todos los políticos, de todos los partidos y de todos los frentes electorales, porque por acá han pasado todos. El justicialismo, el Kichner mismo, la Unión Cívica Radical el macrismo, la coalición cívica, el repaso, el partido intransigente Todos han tenido un espacio para gobernarnos.
Desde la vuelta a la democracia podemos eximir a la izquierda de cargos ejecutivos, los podemos eximir el resto. Todos tuvieron un rol. Y cuando yo veo este empaque permanente que tienen muchos políticos argentinos en que nada hay que tocar o muchos sindicalistas argentinos, digo Che, estaremos tan bien. Seremos la suiza de Sudamérica. Y no lo sabemos porque me parece que estamos instalados en una supuesta comodidad de éxito que no existe en la Argentina.
Terminó Francos diciendo ocho millones de personas están en negro, ocho millones de personas se levantan y no saben si le van a aumentar la guita, si van a vender, si tienen la changa, si no tienen la changa. Ustedes saben hoy el nivel de endeudamiento que tienen gran parte de las familias argentinas. Ustedes saben hoy el mal momento laboral que vive mucha gente, aguantándose injusticias pero brutales, que apenas les alcanza para llegar al quince de cada mes. Y pareciera que estamos en Suiza.
Entonces no toquemos nada, no modifique nada, todo es para peor. Todo es para perjudicar nada es para beneficiar y me parece que hoy los políticos argentinos tan observados por la sociedad todos, porque ayer para ingresar los diputados tuvieron que hacer malabares y mucha protección porque la gente los tiene medidos.
Lo mismo que a los senadores, con esa conducta inapropiada de subirse los sueldos descaradamente, viviendo un sistema que hoy la sociedad argentina reprocha No, porque no somos democráticos porque todos adoramos que haya democracia y sabemos que son nuestros representantes y los elegimos, pero con algunas conductas no.
Y hoy saben que están observados por todos y hoy saben que hay que tratar de brindar ideas superados. Ayer, seis diputados de Unión por la Patria votaron capítulos claves para el Gobierno, sin levantar la manita automáticamente en nombre de su partido.
Los incentivos por grandes inversiones, el impuesto a las ganancias porque los gobernadores maneja cada uno una provincia que es un país dentro de otro país. Ayer, cuando hablamos de la reforma laboral en la Argentina y escuchamos a algunos sindicalistas que tienen una piedra en la cabeza y que son de la prehistoria, porque la verdad que no se les cae una idea para poder mejorar o para poder ampliar el sistema laboral, tenemos ocho millones de personas en negro quedaron de sesenta artículos, sólo dieciséis.
Cuándo vamos a crear empleo en blanco y bien pago en la Argentina? ¿Cuándo vamos a tener un buen empleo? Cuándo vamos a tener un empleo donde el que contrata tenga algún tipo de beneficio y no diga Che no toma uno en blanco, porque esto es un quilombo de impuestos, un quilombo de juicios. No estamos creando un solo empleo en blanco y digno.
En la Argentina cambia ahora el tema de los períodos de prueba. Durante el periodo de prueba, el trabajador va a tener derechos a prestaciones por accidentes o enfermedades de trabajo. El uso abusivo del periodo de prueba para evitar la efectividad va a ser sancionado.
Hoy hay pobres pibes que los tienen ahí. Boluda, con contrato de dos meses Después te doy otro de dos meses y cuando se quieren acordar, están con una precariedad laboral impresionante.
Ayer, cuando escuchaba que gritaban fundamentalmente los de la izquierda, que no tienen forma de dialogar y siempre están a los gritos del tema de las jubilaciones. Alguien puede decirme que hoy el sistema jubila argentino es bueno con una caja fundida y con el setenta y cinco por ciento de los jubilados cobrando doscientos mil pesos la fomenta del posmo que han hecho y que creen que con eso justifican el fracaso permanente.
Yo no quiero jubilados a doscientos Lucas y todos con la mínima, porque tenemos moratoria porque la gente no puede aportar porque no tiene trabajo. Busquemos un sistema donde haya trabajo, donde haya portantes y donde tengamos una caja con beneficio buena y potable, no una caja donde tenemos que imprimir billetes para darle a los jubilados un bono de mierda o una jubilación indigna.
Pero no, no se puede tocar nada porque somos la suiza de Sudamérica y es una vergüenza. Es indigno. Tenemos todos los jubilados bajo línea de pobreza. Tendremos que ir a un sistema donde el que aporta porque tiene trabajo, tenga el beneficio del aporte que hace que le saquen el once por ciento de su sueldo y tengamos una nueva figura, que es la prestación del retiro proporcional para aquella persona que no le alcanza los treinta años de aportes, pero que tiene un beneficio sobre aquel pobre que nunca tuvo un aporte y que hoy tiene una figura llamada Puen, es el ochenta por ciento del haber mínimo ciento cincuenta y dos mil pesos más.
El bono es malísimo, sí, pero nunca aportó. Nunca tuvo la ventaja de tener un trabajo. Hay que modificar, hay que modificar. Traigan una idea superadora, pero por favor, tráiganlo.
No nos quedemos parados en esto, que es un desastre, con una caja fundida y con cuidados que no pueden cubrir ni la canasta básica porque están todos, ni siquiera en línea de pobreza, en línea de indigencia. Me parece que nos paramos muchas veces y nos empacamos en creer que lo que tenemos es lo mejor del mundo y creo que no.
Ocho millones de trabajadores en negro, sesenta por ciento de pobreza, más de diez puntos de indigencia. Gente que no come todos los santos días. Una marginalidad expuesta en todas las calles de Argentina, donde vemos gente que ni siquiera tiene dónde dormir o dónde comer. Comedores explotados, educación en declive, escuelas que son más comedores que centros educativos, salud colapsada. Tuvimos que poner límites en algunas provincias a los extranjeros porque no nos alcanzaba los insumos para nosotros, los argentinos y creemos que estamos bien y que no hay que tocar nada y que no hay que modificar nada.
Lo dramático de todo esto es acostumbrarnos a creer que lo malo es bueno. Y me parece que llegó el momento donde tal vez con alguna idea de este Gobierno, tal vez con ideas de otros opositores o políticos en general, demos un salto, pero no al vacío.
Un salto para tratar de buscar una Argentina diferente y mejor. Lo de ayer fue una muestra que sirve porque creo que la síntesis es más diálogo, más política, más calma, menos trols, menos agresiones y un país que se encamine a que algún día eso que estoy planteando yo como el ideal.
Un país con derechos, con una economía digna, con un buen pasar, con calma y con buenos derechos para todos los argentinos, se nos dé. Ojalá el año que viene ojalá.
Yo sé que es muy difícil cuando estemos hablando el primero de mayo tengamos indicadores más dignos de mejoras de derechos, de personas que tengan un empleo donde se los respete, donde tengan salud, donde tengan paritaria, donde tengan vacaciones, donde tengan aguinaldo, no esta Argentina declinante que lamentablemente ha hecho que mucha gente se acostumbre a creer que lo malo está bueno y lo malo siempre es malo.