
Este es un programa donde compartimos momento porque no estamos juntos las cuatro horas. Ustedes entran, salen, van, vienen, llevan a los chicos al colegio, abren el local, van a trabajar hoy el profe que nos escuchaba yendo a una clase que da ahí, en Palermo, al aire libre con la gente. Pero yo hoy muy temprano, cuando comenzaba, ponía un título, mucho ruido y pocas nueces, como decían nuestras abuelas, cuando algo en definitiva, no arrancaba.
Y yo decía mucho ruido y mucha inseguridad en la Argentina y ayer sentí mucha decepción por parte de algunos políticos argentinos en un momento tan delicado en un momento donde creí que algún hecho, como la muerte de esta chiquita en la plata, tan rotunda, tan escandalosa, en manos de dos menores, uno de ellos después de haber cometido un delito hace un mes en libertad como si nada, porque en la Argentina están todos libres, no? Y no hacemos ningún esfuerzo por parar esto.
Pero ayer sentí en carne propia gracias a Dios, no un hecho de inseguridad ni mío ni de mi gente. Pero sentí la inseguridad que dan gran parte de los políticos argentinos. Porque muy temprano el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, hacía un llamado para mí absolutamente justo, porque las cárceles y las alcaldías de la ciudad de Buenos Aires no están para tener presos. Si alguna vez tuvimos una funcionaria kisner lista que alentaba la salida de presos. Y que alentaba, entre otras cosas, que no tomen presos y los pongan en esta situación para evitar tener un descontrol porque no había lugar Che, no, no aprecien tanta gente.
Después de haber tenido ese nivel de funcionarios paupérrimos y tan cercanos a los delincuentes, llegamos a un momento donde en la ciudad comenzaron a detener gente como corresponde un delito es una detención, no es un delito y bueno, vemos qué hacemos. A ver si te hacemos un test psicológico, como era de chiquito, si tuviste celular, si fuiste a la escuela y justificamos todo a partir de un montón de cosas, porque en la Argentina hay un montón de gente que no tiene celular, hay un montón de gente que no pudo ir a la escuela.
Hay un montón de gente que la pasó pésimo, que no tuvo imagen familiar y que hoy es decente. Pero estamos con este argumento para argumentar a favor de los delincuentes gran parte de los políticos, de los jueces y de los fiscales de la Argentina.
Ayer cuando Jorge Macri hace este llamado yo dije bueno, van a venir respuestas sensatas, pero automáticamente empezó la feroz interna porque estamos viviendo permanentemente en campaña y la verdad que me tienen a mí harto como periodista y como ciudadano, que todo sea una campaña para ver quién saca un botito más o a ver quién tiene la mejor tendencia en las redes sociales, fundamentalmente en Twitter, que es la cloaca política de los argentinos y del mundo.
Ayer Mauricio Macri, luego en forma respetuosa, dice casi veintisiete mil policías que tiene la ciudad tienen que estar al servicio de las calles y de los porteños, no de los presos. El Ministerio de Seguridad y el Servicio Penitenciario Federal tienen que cumplir con su responsabilidad. La ciudad está para ayudar, pero las comisarías no son cárceles. Jorge Macri había dicho que el noventa por ciento de los presos en la ciudad corresponden al Servicio Penitenciario Federal y así como pondera y destaco el rol de Patricia Bullrich porque es una mujer sin pulgas, resuelve, tiene voluntad, tiene muchas ganas. Muchas veces se confunde. Ha resuelto temas porque le pone realmente mucho, mucho huevo a la situación. Entre ella el tema de los piquetes y dos delincuentes que manejaban a la pobre gente.
Pero ayer apareció Patricia Bullrich con un mensaje que parecía como en los debates cuando decía Amasa mi ley, Bregman, con ese tono que no me gusta. Como no me gusta el Che Milei de Cristina, bajemos un poquito los tantos. Bajemos un poquito los tonos, Manejé monos con prudencia.
Hoy que somos todos iguales los hombres y las mujeres y que tenemos los derechos. Las mujeres también tienen que respetar y tienen que ponerse a la altura de los momentos y en un momento delicado y de tanta inseguridad. Macri, Mauricio No son las formas, porque con este Macri Mauricio también cree que pone muchos escalones abajo a Macri y Jorge. Y no es momento porque es momento para dialogar.
Es momento para Che, ¿Qué hacemos con los presos? Vos viste las fotos que trajo Wolff a la legislatura? Cómo están viviendo. Las comisarías están hacinados, se nos escapan, ponen en peligro a los los vecinos no, no están en eso, no están en eso. El país requiere que ustedes dejen de pensar en sus intereses particulares y usar la ciudad de Botín. Se acabó esa Argentina lo que planteaba Patricia Bullrich a través de este tweet La sensación que me deja es que, eh, más allá de de de lo personal que tendrá que contestar Macri, dejen de pensar en sus propios intereses y usar la ciudad de Botín.
Lo que me llama la atención es que no sé si Patricia Buch habla como ciudadana si habla como ministra de Seguridad, si habla como mujer del pro peleada con el líder del bloque, Mauricio Macri. Porque está ninguneando, eh? Al jefe de Gobierno porteño y se dirige a Macri de un modo muy particular.
Y me parece que la ministra está para observar el tema desde otro lado y no caer en estas cosas tan garretas del chemi Lay o Macri con esos tonos tan descalificados y después saliendo con una catarata de situaciones que la verdad que alguien podría decir esto lo dimos en la justicia. Después escucha al gobernador de la provincia de Buenos Aires Entre paréntesis, Axel, como se lo dije a a Miley, hagan un poquito un curso de lectura porque dan unos discursos que cada dos minutos meten un furcia. No se entiende nada. Pongan puntos punto y aparte punto seguido. No sea que alguien con un resaltado les marque. No sé, háganlo bien porque hablan, hablan, hablan, hablan. No se entiende nada. Tenemos problemas de lectura en los chicos que van a las escuelas, pero también en el presidente y en el gobernador.
Un detalle, pero digo para que se entienda ayer el gobernador en vez de dar algún discurso con algún tono donde podamos saber qué van a hacer con la seguridad y la inseguridad que tenemos en la provincia de Buenos Aires, aparece con el Ay Milei como Alberto Fernández con el I Macri. Terminen con esa historia, gobiernen para adelante. Kicillof quien es el presidente de la nación trata de utilizar algún argumento más potable.
Dejemos ya estas cosas que no redit, que no sirven. Después de la muerte de la Chiquita en La Plata, pensé que iban a tener un discurso diferente, echándose culpas de un lado para el otro que no son nuestros los presos que son tuyos, los presos que terminás con el botín que metete los presos a no sé dónde, que vamos para acá, que vamos para allá, que la culpa es de Milei, que la culpa es de no sé quién, que la culpa de no sé cuánto.
Un día perdido. Un día donde los dirigentes que están a la altura de poder resolver los problemas nuestros de todos los días están en las pequeñeces. Están en la devoción por creer que en Twitter tienen frases brillantes porque hay un montón de gente que le pone un like o que retuitea lo que ellos sienten.
Pero piensen que hay un montón de ciudadanos que todos los días viven con el corazón en la boca, en una Argentina totalmente insegura. Es una vergüenza que anden mostrando con papelitos y con datos y con gráficos supuestos datos que no coinciden para nada con la realidad.
Pensé que la semana pasada, después de casos aterradores y emblemáticos que marcan a la sociedad argentina, iban a tener alguna propuesta, excusas, malos modos, malos tratos, cero ideas y un nuevo día perdido y un futuro que, lamentablemente, para nosotros como ciudadanos, nos da miedo, porque estamos en manos de gente que solamente piensa en ganar elecciones y en tener cada día más poder. Por eso muy tempranito, les dije y se los vuelvo a repetir. Mucho ruido y pocas nueces, mucho ruido, pero mucha, mucha, mucha inseguridad, con dirigentes políticos que no están en este momento tan dramático, tan dramático, a la altura de las circunstancias.