Arranco el minuto de todos los días. Muy brevemente, hoy hay una muy buena noticia y es que en la ciudad los alumnos de primaria han mejorado dentro de un contexto de bajo nivel que tenemos porque se han presentado los desempeños en las pruebas que se hacen por lo menos aquí en la ciudad de Buenos Aires y si bien todavía no tenemos lo lo que pretendemos hay una modificación importante porque la proporción de los que alcanzan sus objetivos creció 3.8 porcentual en lengua y 7.2 en matemática. En este caso todavía sigue siendo bajo en matemática porque solamente cuatro de cada diez rinden bien, pero es una lucecita donde vemos que la flecha se invierte y en esta Argentina, yo soy argentino y yo la siento, me duele cuando yo les cuento todos los días un montón de cosas que veo mal, me duelen como a ustedes, no es que los disfrute, digo che, qué suerte, qué suerte que nos va mal en esto, yo quiero que salgamos de una vez, yo quiero que tengamos la flechita para arriba, esta flechita marca poco, pero marca un camino, marca una tendencia que es la que tenemos que mover los argentinos para no vivir empantanados en la mediocridad y para que algún día este país donde somos pocos y ha tenido tantos distintivos como a un René Favaloro, como a un Raúl Matera, especialista en todo lo que es cerebro, un papá, más allá de las distinciones deportivas, que ellos son dones muy particulares, no? Pero más allá de todo eso, somos una una sociedad que ha sacado gente importantísima en literatura, en química, la gente de Conicet, la gente que investiga y que logra cosas impresionantes, los médicos del Garrahan, que hablamos tanto, de hecho, trasplante de intestino, primera vez en el mundo, primera vez en la Argentina, y uno ve este tipo de cosas, y lo alientan a sentirse mejor, a mí me importa un carajo quién es el presidente, no me importa si es hoy Miley, si era Fernández, si era Cristina Kirchner, si era Macri.
Yo lo único que quiero es que la flecha vaya para adelante, y que tengamos la posibilidad de tener un país donde haya ideas que realmente a nosotros como ciudadanos, y en este caso puntual, nosotros que somos periodistas y que enfrentamos un micrófono todos los días, en la radio, en la tele, o los que escriben, o en un streaming, tengamos la posibilidad de decir, che, qué bueno, qué bueno esto, ayer cuando yo escuchaba a los del campo, estamos contentos porque bajaron dos puntos, porque es importante, qué me importa si es Miley, qué me importa si es Fernández, yo no vivo ni de Miley, ni de Fernández, ni de Macri, ni de Cristina, vivo de mi trabajo en una empresa privada, que hace posible que yo esté trabajando en estos momentos, no dependo si le va bien a uno que circunstancialmente me puso en un medio estatal para poder cubrir un rol, que yo no lo veo como algo incompatible con nuestra profesión, pero con los límites propios de los controles que tiene que tener todo lo que significa el Estado, porque el Estado es el impuesto de la gente, todo lo que pagamos nosotros tiene que ser devuelto en alguna forma, y cuando yo veo esto, que los alumnos de la primaria mejoran el nivel.
Digo, che, esto está bueno, porque estamos invirtiendo para que los chicos sean mejores que nosotros en un futuro, como también veo bien que los maestros tengan que poner una huella, como la pone casi todo el mundo en su lugar de trabajo, para marcar su presentismo, y al que no le gusta ahí, lamentablemente, el tiempo se moderniza, el tiempo pasa, el mundo se globaliza, y hay cosas que ya entendemos absolutamente todos, no vamos a estar discutiendo hoy en plena reforma laboral tonterías, vamos a estar tratando de encontrar derechos para la gente, no idioteses sublimes a ver si puedo tomarme 45 días sin fines de semana, o el día de mi cumpleaños faltar, aunque sea el día más importante para la empresa en la cual yo estoy trabajando, me parece que tenemos que ir camino a la evolución, como también tenemos que pedir, y esta es la parte que hoy me preocupa más que otras, porque veo que nosotros como sociedad tal vez empezamos a entender un montón de cosas, más allá de los fanatismos, más allá de las creencias, más allá de un montón de cosas, empezamos a entender que lo que está bien, está bien, y lo que está mal, está mal, tal vez lo discutimos, tal vez nos ponemos necios, tal vez decimos, no, che, mirá que esta es honesta y es una corrupta, no, creemos que este tipo lo hizo bien y lo hizo mal, creemos que este tipo tiene una idea extraordinaria y no tiene la más mínima idea, pero más allá de lo público donde discutimos absolutamente todo, creo que en el silencio, en lo privado y en la almohada comenzamos a entender cosas que son fundamentales para cualquier tipo de sociedad, por eso creo que tenemos que comenzar a exigir un poquito más, porque cuando votamos muchas veces votamos con el corazón y no con la cabeza, y después nos encontramos con sorpresas terribles, como lo que fue el papelonesco congreso que tuvimos en el dos mil veinticinco, que creo que no va a estar lejos del papelonesco congreso del dos mil veintiséis, porque hemos visto juras realmente increíbles, hemos visto comportamientos de gente haciendo gestos, caras, con vestimenta inapropiada para ir a un congreso de la nación, en tiempos difíciles, sí, pero donde hay que respetar, yo no puedo ir de cualquier modo, de cualquier forma, decir cualquier disparate, y yo a partir de lo que escuché y vi en el congreso hace una semana, dije, bueno, ayer la legislatura nos va a permitir tener un nivel un poquito más acotado del delirio, o de la falta de respeto, o de la falta de ubicación, no fue el caso del ciento por ciento, gracias a Dios, pero hubo algunos casos, más allá del de la señora Basi, que es pro palestina, y que no entiende que ha sido procesada, y que vuelve a insistir en la misma historia, y que cree que vive en otro planeta, hubo otros casos como el del señor Pito Salvatierra, que se transformó en legislador, o concejal.
Como decíamos en los viejos tiempos, escuchen su jura.Por los porteños, en especial por los que viven en una villa, por Perón, por Eva, por Néstor, por Cristina, candidata y libre, por la comunidad organizada que representa Futurrock, y sobre todo por la memoria de mi vieja, que soñó que este día iba a llegar, y al fin llegó, sí, juro. Bueno, con el respeto a su madre, que es lo que corresponde, porque la mamá murió, el resto todo un delirio absoluto, por Perón y por Eva, estamos en el dos mil veinticinco, estimado Salvatierra, por Néstor y por Cristina, cuando hablamos de los pobres, hoy, nombrar a Néstor y a Cristina, y a Cristina libre, es una falta de respeto, porque muchos pobres en la Argentina están pobres, entre otras cosas, por la corrupción impresionante de estos gobiernos, y me parece que te podés instruir un poquito, hermano, podés leer los fachos de la justicia, yo sé que te va a dar vergüenza cuando escuchás lo que están anunciando en la cantidad de coimas en los cuadernos de la corrupción, pero por favor, hablar de pobres en la Argentina, y adjudicárselos a otros gobiernos y no a los gobiernos kirchneristas, y después a la comunidad que representa Futuro, que es de esta señora Mengolini, ex compañera mía en algún momento de Intratables, gracias a Dios corto tiempo, porque fue lo peor que nos pasó, desde el punto de vista periodístico y personal, tener que compartir con personajes tan sumidos en una locura de ideas, de manejo de medios, con pautas del Estado que si no, no existen, la verdad que habría que ordenar un poquito todo esto, hoy lo charlamos muy temprano, ¿cómo se jura a la hora de asumir un cargo público?, ¿cuáles son los límites?, ¿cuál es el orden?, yo creo que el único límite es la institucionalidad, porque todo lo que no está prohibido está permitido, pero también prima el sentido común, las buenas costumbres, los buenos tonos, y fundamentalmente para los políticos, dejar de intelectualmente mentirse, porque hay cosas que ya la justicia ha condenado y ha marcado, y ninguno de ustedes, Salvatier Rapuso, pudo demostrar algo que nos haga tener un atisbo de duda, o de pensar, che, ¿y si esto no es verdad?, lamentablemente no lo lograron, ninguno de ustedes nos hizo ver que algunos de los casos que fueron a la justicia y que nos llevaron a extremos de condena que jamás hemos visto, no son de extrema justicia exactamente, porque ninguno de los hechos confrontados, ninguno de los hechos puestos sobre la mesa, pudo ser rebatido por algunos de ustedes que juran por cualquier cosa, y están en algunos lugares, más allá del voto de la gente, yo creo que de casualidad.


