
Me tomo un minuto, como todos los días y por supuesto, me tengo que ir con muchísimo dolor a lo que estamos viendo en la ciudad de Rosario.
Pediría por favor Y ayer escuché a Patricia Bullrich decir algo que me pareció muy atinado. Y es que hay una sintonía fina con todos los ministros de seguridad de las distintas provincias, incluido el de la de Buenos Aires.
Porque la Argentina, con esta idea que quien gobierna un territorio y es opositor de otro territorio, pareciera que tenemos que estar enemistados, peleados y no hay lugar para fisuras en materia de seguridad, porque lo que estamos viendo en Rosario puede tener réplicas.
En el conurbano hay barrios y hay zonas donde solamente la venta de droga es, pero bestial, y en las grandes villas que tenemos en la ciudad de Buenos Aires, con grupos antagónicos de paraguayos y de peruanos que vienen enfrentándose desde hace siglos.
Así que estemos muy atentos porque lo que se está viviendo en Rosario es la respuesta directa que estas bandas de delincuentes y narcotraficantes le están realizando al Estado porque el Estado interfiere directamente en sus intereses.
Ayer escuché dos o tres cosas que digo Dios mío, no vamos a salir nunca. No podemos avanzar nunca porque siempre estamos en el paso atrás.
Nunca estamos en el paso adelante. Si la foto que se publicó de un penal después de un allanamiento donde se encontraron cualquier cantidad de teléfonos chips donde muchísimos familiares iban a ver a los narcotraficantes y llevaban adentro de la comida, teléfonos celulares o algún elemento cortante y lo tuvieron que interrumpir, realmente es de muy poco interés para nosotros, los ciudadanos que se molesten los narcotraficantes o sus familiares por las situaciones que están viviendo.
Si les molestó la foto, más nos molesta a nosotros lo que estamos afuera tener que vivir en el terror. Más me molesta que preocuparme por si los señores narcotraficantes están de acuerdo o no con la foto que trascendió al estilo El Salvador en las últimas horas.
Más me preocupa que haya muerto Diego manejando su taxi el martes. Que haya muerto Héctor manejando su taxi el miércoles.
Que haya muerto Marcos, que era colectivo y murió el jueves y que haya muerto Brunito, el chico que estaba en la estación de servicio y lo aniquiló un delincuente que todavía está libre. Eso es lo que me preocupa.
Si a los señores narcotraficantes de sus familiares no les gusta la foto, lo lamento en el alma. Hay que hacerles entender que en la Argentina no mandan ellos.
Les dimos demasiada trascendencia, le dimos demasiado vuelo, le dimos demasiado lugar y si bien no quiero mirar el pasado porque estoy harto de vivir en un país que solamente mira el pasado y compara el pasado con endeble presente, hay situaciones que no hay que olvidar porque hay responsables de situaciones como las que se viven en Rosario.
Anteceden al Gobierno anterior, pero tiene enorme responsabilidad porque en algún momento Alberto Fernández, presidente democrático de la República, dijo esto escuchen, tener la mano dura y encarcelar a todos y no construir cárceles no tiene sentido, es todo marketing.
Eso y tener ahora en las cárceles personas en riesgo y que el Estado no reaccione ante el riesgo sanitario de esas personas es un acto inhumano, Es inhumano y nosotros abrazamos la política porque la humanidad es lo que nos importa.
Doctor Alberto Fernández, ex presidente de la Nación, abrazaron la política porque la humanidad es lo que les importa en el contexto de la pandemia cometieron la locura de liberar cualquier cantidad de presos.
Gracias a Dios, el covid que pegó tan fuerte en la Argentina y que se llevó a ciento treinta mil argentinos en una discusión absurda de vacunas.
Y con un ministro que usted tuvo que echar de una patada en el culo por las irregularidades en su momento en ese ministerio, con un vacunatorio VIP, usted nos viene a decir y nos viene a hablar de lo que significan los presos adentro y afuera de la cárcel. Por favor, marketing, Las cárceles son marketing.
Vaya a contarle a Rosario que las cárceles son hoy marketing. Creció la población, crecieron los delitos, no construimos ninguna cárcel porque tienen esa historia a favor de los delincuentes y lamentablemente, dentro de esos delincuentes hay un montón de narcotraficantes y no es el único. Pero esta era la cabeza de un gobierno.
Tuvimos que tolerar a esa interventora del servicio penitenciario a María Laura Garrigós de Rebori, que se emocionaba cuando soltaban algún preso y que decía Por favor, no detengan gente, porque no hay lugar en las cárceles.
Este es el criterio y este es el chip de mucha gente que tiene extrema responsabilidad de lo que nos pasa. Miraron para otro lado, permitieron generar un negocio brutal.
Por eso hoy pelean los narcotraficantes, se unieron todas las bandas. Miren lo que es hoy la desesperación por algún límite que le puedan poner, que se unieron todos contra el Estado.
Es muy fácil estar preso, pero manejar el negocio adentro de la cárcel si me llevan el teléfono a mi pabellón o si me dejan entrar chips o si me dejan manejar la cárcel como si fueran los verdaderos responsables de la situación. Esto es lo que vivió la Argentina durante mucho tiempo y va a pagar por larguísimo tiempo las consecuencias.
Esto no lo vamos a parar más. Va a ser muy difícil. Va a ser muy complejo, más allá del ímpetu que le pueda poner la ministra de Seguridad y las ganas y el entusiasmo de un buen gobernador, como es puro, que trabajó como ministro de Seguridad y entiende del tema.
Pero hoy Rosario vive las consecuencias de la inacción, las consecuencias del dejar hacer las consecuencias de utilizar frases marquetin eras sin ningún tipo de sentido. Yo hará unos diez doce años.
Entrevisté a una mamá que estaba desesperada porque su nene se había transformado en un soldadito de la droga y la mamá en un estado emocional, No sólo por lo que le pasaba en la casa, me dijo Sabe qué es lo que pasa?
Que yo no le puedo regalar a mi hijo lo que él me pide, porque él me demanda ropa, que yo no puedo comprar zapatillas, que no puedo comprar una guitarra eléctrica. No sé qué me había contado que yo no le puedo comprar y lo abastece el narcotráfico.
Entonces el hijo en algún momento le dijo a mamá ¿Sabés cuál es la diferencia?
Ya sé que no te gusta lo que hago, pero acá me dan todo y estoy progresando y estoy creciendo con vos.
Lamentablemente no me podés comprar y no me podés dar nada. Ese chico que entrevisté a esa mara diez doce años tenía unos doce.
Hoy debe tener veinticuatro o veinticinco y hoy forma parte de esta segunda línea de narcos descontrolados y desaforados que tenemos en la provincia de Santa Fe y puntualmente en algunos barrios de la ciudad de Rosario.
Porque ese pibito que le daban guita y lo tenían de soldadito para cuidar si venía la policía hace carrera y se va transformando en un arco.
Y hoy es una segunda línea porque los grosos están presos, pero con muchos beneficios.
No se olviden que hace muy poco tiempo acá, un tal Esteban Alvarado, que representa a una de estas bandas, intentó escaparse con un helicóptero en Ezeiza. Jamás visto.
Falló el operativo que organizaron, pero el tipo planteó desde lo económico y desde lo estratégico que llegue un helicóptero al penal de cesa para llevárselo. Hay otro delincuente llamado Caníbal, que desapareció del penal de Villa Devoto hace poco tiempo.
Creen que escondido en tacho de basura, como en esas viejas películas que veíamos nosotros saben dónde está. Libre, realmente increíble, realmente increíble.
Tiramos mucho de la cuerda o tiraron mucho de la cuerda. Y en el medio están los rosarinos, los santa Fe, vecinos y los argentinos.
Porque el problema de Rosario, si creemos que está solamente circunscrito a Rosario, estamos realmente fritos porque la situación es mucho más grave de lo que pensamos. Por eso creo que a esta altura, más allá de los inoperantes como Alberto Fernández, como esta señora María Laura Garrigós de Rebori, que gracias a Dios ya no está más en el cargo que tenía tan delicado de ser la interventora del servicio penitenciario.
Tenemos que encontrar a los mejores y a los que opinen y a los que sepan, pero con buena fe. Aníbal Fernández dijo Hay que ver cómo se le ayuda a Patricia Bullrich, que hoy tiene la tarea y veo a un montón de gobernadores solidarios con puro y veo a un montón de gente trabajando y buscando algún tipo de solución.
Ojalá que estén todos a esa altura, incluido el Ejército argentino, que hoy en la Argentina, lamentablemente por cuestiones ideológicas, porque no debe haber un solo soldado de la década del setenta en pie en funciones, lo tenemos absolutamente relegado y cuando lo queremos activar para cumplir alguna función y no sé si estamos con ganas, no sé si estamos preparados, no sé si no sé mucha excusa, mucho problema.
Hoy hay que tener una voluntad de fierro para encarar un problema severísima y gravísimo. Hoy Rosario llora por sus muertos. Hoy Rosario no tiene clases. Hoy Rosario no tiene servicio de taxis. Hoy Rosario no tiene servicio de colectivo.
Hoy Rosario tiene salas violatorias donde están injustamente velando a hombres muy jóvenes que perdieron la vida en manos de estos delincuentes Bruno, el playero, Marcos, el colectivero, Héctor, el taxista Diego, el taxista. Y estamos discutiendo estupideces sublimes porque guay, a ver si le va bien a la Bullrich y después tiene un proyecto político.
Déjense de probar. Pensemos que hay gente que la está pasando pésimo.
Pensemos que hay gente que no sale a la calle porque tiene un miedo, pánico. Hicimos un montón de cosas mal. No sigamos en las miniaturas y en las pequeñas cosas, frenando un problema que hoy no sabemos si tiene solución.
Hemos visto ya otras partes del mundo y hemos visto en películas cosas horrorosas que jamás pensamos que iban a pisar. La Argentina lo vimos en Medellín, lo vemos en México, lo vemos permanentemente y hoy lo vemos en colores, no en blanco y negro en la República Argentina por in, por inoperancia, por incertidumbre, por discusiones sin sentido.
Y en algunos casos, uno llega a dudar si están todos alineados dentro de la misma vereda. Si la policía de Santa Fe, si la justicia de Santa Fe y los políticos de todos los últimos tiempos en Santa Fe sintonizaron la misma frecuencia para ir durísimo contra el narcotráfico.
Ojalá me equivoque y ojalá muestren a esta altura que comienza una etapa donde hay un enemigo común de todos los argentinos llamado narcotráfico. No importa si pensás como Macri, si pensás como Cristina o si pensás como Milei.
Hay un común denominador que es la violencia, que es el peligro, que es la muerte y se llama narcotráfico, que llegó y no sabemos si lo vamos a poder contrarrestar y si lo vamos a poder sacar de nuestra vida ocho y veintiuno.