Realmente como periodista y como ciudadano, a partir de lo que sucedió en el día de hacer siento, como deben sentir todos los argentinos, una gran conmoción Yo.
No puedo creer que Esto, para algunos sea un tema más de la agenda tan cargada y tan llena de sorpresas que tenemos los argentinos, porque estamos hablando por primera vez en la historia de alguien que ejerció lo máximo del poder en la democracia denunciado por violencia de género.
Hemos tenido el caso, Señor Boudou. Tenemos el caso de Cristina Fernández que en breve la cámara podrá ampliar su condena y pedir que esos seis años se transformen. Tal vez en ocho, en diez o en doce Pero no hablamos de hechos de violencia. No hablamos de hechos doméstico. No hablamos de vínculos.
Y me parece que en un país donde hemos crecido tanto, a pesar de los baches y los altibajos y lamentablemente de algunas mujeres que no honran lo que hace el enorme porcentaje de mujeres argentina, que es cuidar sus derechos i- y cuidarse ante una sociedad muy machista como en la nuestra, construida desde hace muchísimo tiempo, no solamente por los hombres de poder, sino por nuestros propios antecedentes y antecesores y ancestros que nos han armado y que nos han hecho una contextura a los hombres de de machismo y y de liderar cosas y de manejar pensamiento que son de otros tiempos.
Me parece brutal que en un país donde tantos millones de argentinos depositan un voto y confían en un hombre o en una mujer, en este caso en un hombre, tengamos esta tremenda decepción. Pongamos hoy en tela de juicio a la víctima cuando la víctima siempre es la víctima, en este caso en la señora Sánchez I-, y en otros casos son un sinfín de mujeres argentinas que pasan problemas de violencia no solamente física, sino también emocional, psicologica económica.
Todos los santos días de su vida Es horroroso lo que vimos en el día a ser. Teníamos una información que cuando el juez Ercolini trabajando sobre un tema de corrupción entre en un terreno tan espinoso como la vida personal de Alberto Fernández y la señora Fabiola Sánchez. El juez, con mucha prudencia, hace lo que tiene que hacer derivarlo y consultar a la víctima para que ratifique o no.
La señora Yáñez declaró cuando pudo y cuando quiso, porque ese es el derecho que tienen las mujeres violentadas. Por supuesto que Alberto Fernández tiene todas las chances defenderse y demostrar a la sociedad argentina, no solamente a la señora Sánchez, que tiene su propia verdad, su propio vínculo y la propia intimidad, constituida por una relación de pareja de dos personas durante nueve años, pero tiene la oportunidad de demostrarle a la sociedad argentina ya muchísimos argentinos que en algún momento confiaron en él. que su nombre no solamente honesto. que no miente, que no echa culpas, sino que es un hombre no violento, que es un hombre común y corriente, con buenas intenciones.
Ojalá esté a la altura de la circunstancia. Hasta ahora nunca lo estuvo. La culpa de Olivo fue de la señora Fabiola. La culpa del problema de los seguros es de la señora secreta. Siempre hay un culpable o una culpable. La culpa del fracaso de su Gobierno fue Cristina. Siempre hay un culpable o una culpable.
Ojalá que Alberto Fernández La máxima autoridad que por cuatro años eligieron millones de argentinos, esté a la altura de las circunstancias para demostrar que es inocente, que es falso que jamás ocurrió la gravísima imputación que tiene sobre sus espaldas. Porque no solamente En diciembre se puso punto final a la carrera política de Alberto Fernández porque la gente le dio la espalda, sino que también habrá un punto final a la persona de Alberto Fernández como simple ciudadano argentino.