Ustedes saben que esta temporada lo adelantamos y lo hacemos un poquito más temprano, porque qué país cambiante, no?
Entre el viernes y el lunes lo que parecía imposible se hizo posible.
Por supuesto que a partir de hoy vamos a tener dos, tres o cuatro interpretaciones diferentes.
Con relación a qué pasó para que el Gobierno argentino, que salió con los tapones de punta, apenas asumió y aprovechando la ola que le dio la gente con el resultado fuerte del balotaje, interpretara y se diera cuenta que de los seiscientos sesenta y cuatro artículos de esta famosa ley ómnibus hubo que hacer una reducción durísima y llegar y negociar trescientos ochenta y cuatro.
Primer gran error del Gobierno que lo planteábamos y lo charlamos largo y tendido el viernes con la nota de Miguel Ángel Pichetto que vuelvo a agradecer a todos los medios que se han hecho eco de una nota extensa e interesante de un hombre con mucha experiencia, porque Argentina necesita de hombres y mujeres con experiencia, no para meter vicios, sino para saber cuál es el camino que nos lleva en un momento de tantas dificultades a no perder tanto tiempo y a no perder tanta energía en momentos inútiles e ir a cosas realmente trascendentes.
Esta ley, como venía preparada, no tenía el mayor mínimo sentido.
Por qué?
Porque se mezclaba todo y porque cada uno se iba a estacionar en las cosas importantes.
Muchos iban a hablar de biocombustible, otros iban a hablar de azúcar, otros iban a hablar de los limones, otros iban a hablar de las cuestiones climáticas, pero mezclamos absolutamente todo.
A quién le importa hoy, en el comienzo de un dos mil veinticuatro, con una Argentina muy, muy caliente en dos temas brutales que son la economía y la inseguridad, porque están matando a muchísima gente y porque siete de cada diez robos de autos que se producen en la Argentina se producen a mano armada.
Y lo más probable es que tengas un problema, si no es que no te tiran porque hoy te tiran y muchas veces te tiran a matar siete de cada diez robos de auto.
Imagínense en el resto de los delitos como estamos con ladrones fuera de control, con ladrones también sumidos en una tremenda adicción, que no es sólo robarte, sino una adicción que está comprobada porque cada vez que detienen gente se dan cuenta que la mayoría de estos hombres y estas mujeres no están en su sano juicio, Están mal, están con problemas físicos por adicciones que tienen con las drogas o con el alcohol, pero el Gobierno pretendió algo en un principio demasiado grande, mezclando temas que hoy no son importantes ni son urgentes.
Si un juez tiene que usar toga, si un equipo de fútbol puede transformarse en una sociedad, temas que hoy no le interesan a nadie y que lo único que generan son ruido, problemas, tensiones, discusiones y que no vayamos al nudo durísimo que tiene la Argentina.
Y es que tiene una inflación galopante y que para dejar de tener inflación galopante tendrá que ordenar sus números y su economía no se puede emitir porque genera inflación.
Nadie nos presta un mango porque somos los tipos que andamos pidiendo guita todo el mundo y creemos que del Mangazo se vive y otros países no viven del mangazo y otros países se han ordenado y otros países han demolido la inflación sin ningún tipo de inconveniente.
Por supuesto que con en Israel nos contaban sangre, sudor y lágrimas.
El tema es que la sociedad argentina vive desde hace mucho tiempo gran parte con sangre, sudor y lágrimas.
Y ese es el tema que hoy el Gobierno de Javier, Milei y los otros gobiernos tienen que entender, lo que lo anteceden para ver hasta dónde está el aguante de la gente en materia de Bueno, yo te puedo bancar.
Yo estoy esperando resultados sabiendo que hay un resultado que todos los gobiernos tienen al alcance de la mano y muy difícil de solucionar, que es la inflación.
Durante el fin de semana aparecieron distintos trabajos que están midiendo un poquito el ánimo, la imagen del presidente, la imagen del resto de los políticos donde cuesta ver que lo que hoy pierde Javier, Milei, alguien pueda capitalizarlo, tal vez porque estamos muy cercanos a la última elección.
Y el resultado marcó esto que Javier Milei es presidente de la Nación, no encontrando hoy en ninguna vereda opuesta de las tantas que hay en materia de oferta y en cuanto a pensamiento, alguien que pueda capitalizar, mmm uno lo que pierde Javier, Milei, la gente de Jován Córdoba salió a hacer una medición realmente y un trabajo de campo en el mes de enero Bastante interesante.
Y cuando se le pregunta a la gente qué tan de acuerdo estás con las siguientes frases yo les cuento lo que pasó.
La frase primaria sería el ajuste de mi ley lo está pagando la casta.
El cincuenta y dos está muy en desacuerdo con esta medida.
El trece coma cinco.
Está de acuerdo?
De acuerdo, está pleno El veintidós Coma siete y muy de acuerdo, un uno coma nueve.
Cuando le preguntan a los consultados por esta consultora el ajuste de Milei lo está pagando la gente Muy de acuerdo.
Está el cincuenta y seis coma dos.
De acuerdo, está el Veintitres ocho y esto marca un poquito la sintonía de lo que pudo haber pasado el último viernes, cuando el ministro de Economía decidió sacar el paquete fiscal de la consideración del Congreso de la Nación.
Porque esto que marca la gente de sur Ban Córdoba es lo que muchos están viendo que el ajuste de mi ley lo está pagando la gente.
Cincuenta y seis coma dos muy de acuerdo.
Veintitrés coma ocho.
De acuerdo.
Y cuando uno dice la gente porque en la Argentina hablamos de la gente a qué nos estamos refiriendo a todo aquel que pueda ser víctima de una retención más alta de todo aquel que hoy con una inflación galopante y eché me meten otra vez un mínimo no imponible y el impuesto a las ganancias me revienta en todo aquel que ve en los blanqueos o en la moratoria, algún tipo de ventaja para algunos en particular, ver este régimen que se está aplicando en Tierra del Fuego, donde vemos que el fisco y los consumidores tienen donde se empacan productos extranjeros que no se fabrican en la Argentina, donde el fisco y donde el consumidor tiene situaciones de pérdida, no Frente a esta gente que saca muchas ventajas, también esto se podría realmente hacer algún tipo de modificación y unificar los aranceles de la isla a lo que son los aranceles que tiene el continente.
Bueno, lo que está viendo la gente muchas veces es que hace un esfuerzo notable y no sabe si ese esfuerzo notable tiene algún tipo de resultado.
Hoy goza el presidente de la Nación de un crédito que, por supuesto, día a día se va perdiendo.
Como todo presidente, Alberto Fernández llegó a tener ochenta por ciento de imagen positiva.
Se fue con cuatro, pero eso dura un tiempo y ese tiempo tiene que tener algún tipo de resultado.
Y en Argentina los resultados inmediatos son la inflación y bajar los índices de inseguridad.
Me parece que lo del viernes va a tener distintas interpretaciones, porque muchos van a hablar de la debilidad del Gobierno, van a hablar de un número bajísimo de legisladores y que van a ser de la vida parlamentaria.
Un problema realmente muy, muy serio para el Gobierno de Javier Milei.
Otros van a creer que el paro de la CGT tuvo éxito y por eso se modificó algo en la última semana y otros van a interpretar que el Gobierno, sabiendo que su número no eran los adecuados, decidió hacer lo que hay que hacer, dialogar, buscar y encontrar un camino y un consenso.
Esta semana sabremos porque no es que aquí hay una amnistía y nos olvidamos de los gastos.
Nos olvidamos de los desajustes, nos olvidamos del chorreo, nos olvidamos de todo lo que sabemos que pasa con nuestros números en la Argentina, pero tal vez otro camino que hubiese sido el más adecuado para no estar un mes íntegro, discutiendo, perdiendo energía a los gritos con Twitter de allá, con Twitter, de acá, con un Gobierno que trató de sacar fuerzas de su propia debilidad numérica en la Cámara de Diputados, pero sabiendo que el camino va a ser arduo, complejo y difícil.
Ojalá que la experiencia de muchos que están dentro de este congreso sirva para evitar todos los traspiés de la semana anterior y de un mes de enero bañado de incertidumbre para Argentina tenga a través de toda su gente un febrero y un marzo, cuando todo comienza, cuando tendremos que salir del descongelamiento de tarifas, cuando tendremos que salir de números complicadísimos en materia de salud y en materia de educación para comenzar un año que sabemos que es muy difícil pero que obliga sí o sí a la política y al gobierno nacional a encontrar los primeros mínimos resultados, por lo menos en marzo o abril, cuando el año formalmente esté en marcha.