La presidenta del Banco Nación, Silvina Batakis, se encuentra en medio de una tormenta de acusaciones después de la emisión de un informe televisivo en el programa de Jorge Lanata. En las últimas horas, la diputada nacional Graciela Ocaña presentó una denuncia contra Batakis y la gerenta general del banco, María del Carmen Barros, por presuntas irregularidades y actos de corrupción.
Las acusaciones incluyen una serie de prácticas controvertidas. Entre las denuncias se destaca la habilitación del pago de un sueldo cercano a los $9 millones a María del Carmen Barros, que incluye premios, bonos y otros incentivos. Además, se alega que Batakis contrató a su exmarido, Héctor Javier Silva, en un puesto clave dentro de la institución financiera, así como la contratación de Verónica Laura Asad, más conocida como "Pitty, la numeróloga", sin informar al directorio del banco.
"Hicieron un festival de contrataciones. Pedimos que se investigue“, señalo Ocaña al respecto en una entrevista con el programa Vilouta 910. La diputada tildó a Batakis de "caradura" y aseguró que la contratación de "Pitty", la numeróloga, es "irregular”.
Ocaña, legisladora de Confianza Pública y miembro de Juntos por el Cambio, presentó la denuncia ante la Justicia en Comodoro Py. En la misma, acusa a Batakis y Barros de incumplimiento de los deberes de funcionario público, defraudación contra la administración pública por administración fraudulenta y peculado.
Según Ocaña, ambas funcionarias habrían llevado a cabo "diversas maniobras fraudulentas para enriquecerse y enriquecer a terceras personas allegadas a ellas a costa del erario público". Además, subrayó que estas decisiones se tomaron sin contar con el aval del directorio del Banco Nación, lo que aumenta la gravedad de las acusaciones.
Otra de las críticas de Ocaña se centra en la contratación de Verónica Laura Asad, la "numeróloga", cuestionando la utilidad de sus servicios para una institución financiera. "¿Cuál es el servicio que le puede prestar una numeróloga al Banco de todos los argentinos que no lo prestaba en el Banco y que la Gerenta General debía ir hasta su lugar de trabajo?", se preguntó la denunciante. También añadió que parece más un servicio privado para Barros y que se habría abonado mediante una factura apócrifa con dinero público perteneciente a todos los argentinos.