Para ver dónde estamos parados con este conflicto que realmente nos preocupa y la verdad que nos tiene que preocupar.
Primero, porque lo que hemos visto en las últimas horas en la Argentina, un fallo muy, muy potente de casación, fundamentó que un Estado terrorista llamado Irán voló en la Argentina a la AMIA y voló a la Argentina.
La embajada de Israel, nada más y nada menos. Yo sumaría, por supuesto que sin ningún elemento probatorio aún que en la Argentina nos pasaron cosas muy, pero muy graves en tiempos donde teníamos muchas indefiniciones o jugábamos tal vez creyendo que estamos lejos acá, nunca van a venir acá, nunca nos va a pasar con argumento por parte de algunos presidentes argentinos y de algunas acciones que nos llevaron a que nos pase todo lo que nos pasó.
Mataron al hijo de un presidente democrático como Carlitos Menem. Mataron a un fiscal que estaba investigando como el fiscal Nisman. Y repito, nos volaron Lamia y nos volaron la embajada de Israel.
Creo que nos pasó absolutamente de todo en la Argentina, para todos aquellos que en el día de hoy y en las últimas horas los escucho demasiado ambiciosos pidiendo a grito pelado que por favor dejemos de estar alineados del lado de Israel o del lado de los Estados Unidos.
El señor Juan Grabois dijo que no queremos que nos traigan una guerra entre potencias a nuestra tierra. Yo, por supuesto, también coincido con esto que si pudiéramos evitar cualquier tipo de conflicto evitarlo. Somos un país con un problema muy, muy serio a nivel social, a nivel económico como para estar metido en todo esto.
Pero más allá de lo enfático que es el presidente de la nación en su cuestión personal, en su cuestión de ideas, me parece que queda absolutamente claro de qué lado del conflicto hoy tiene que estar parada la Argentina.
Hoy me decía el titular de la DAIA cuando lo entrevistamos muy temprano, que es imposible en este mundo globalizado mantener una determinada neutralidad. Y aun manteniendo la cosa que me decía él es imposible.
Uno termina estando de un lado o del otro. Pero Argentina, después del fallo que tuvimos la semana pasada y por la memoria de toda la gente que murió en la embajada de Israel y en la AMIA. No tiene que tener hoy una postura clara y firme en contra de Irán? Me parece que sí. No hay ningún tipo de duda.
Si nos tenemos que aliar o si tenemos que prestar algún tipo de vínculo, Usted con quién lo haría? Con Israel o con Irán? Nicaragua, Cuba y no sé quién, me parece que está absolutamente claro. Igualmente, Argentina ha tenido sus posturas y hoy estamos de un lado.
A veces del otro pisamos una vereda, pisamos la otra, el ex presidente Alberto Fernández. Un día era Yankee y un día era chino y la verdad es que teníamos una ambigüedad absoluta porque no se entendía absolutamente nada.
Hoy tenemos esa base en Neuquén, que la verdad tendría que ser un punto de preocupación porque no tenemos muy claro qué hace esa base en Neuquén. El presidente actual un día elogia a Baden y un día es Logia a su contendiente, que es Trump.
Y sabemos que este tipo de cosas en los Estados Unidos les hace abrir los ojos también, porque una cosa es que estamos cerquita de Baden. Es determinante con el Fondo Monetario Internacional. Le debemos una vela a cada santo.
Al fondo le debemos el diez por ciento de la deuda argentina. Cuarenta y cinco mil millones sobre cuatrocientos cincuenta mil que debemos. Vamos con Biden, nos hacemos los amables. Che ojo, los alemanes viste que en el fondo no nos quieren mucho. Vamos con los alemanes por momentos.
Los políticos argentinos acá todos de mitad de tabla para abajo, se creen que son Merkel, por ejemplo. Ninguno a esta altura, pero bueno, coquetea con Alemania. Miramos de reojo a los japoneses, que también en el fondo nos salen con los tapones de punta y dice Che, basta de darle guita a la Argentina, que es un país que nunca se ordena, que cada día tiene más pobres y cada día tiene más deuda.
Lo mismo con este señor Valdés que representa a Chile desde el fondo y que nos miran de reojo. Y la verdad que nos tienen que mirar de reojo porque somos muy ambiguos en un montón de tema. Ni que hablar en el tema económico, ni que hablar en el tema económico de nuestras deudas.
El presidente un día con Baden, un día con Trump la actual administración, un día con Estados Unidos se acuerdan el día que Alberto Fernández lo eden hizo todo lo posible para que le dispensará un minuto de un saludo que fue al cincuenta por ciento porque BdE no tenía muy claro ni quién estaba ahí.
Y un día éramos chinos, pero a muerte porque los chinos también nos prestaron mucho dinero y un día estábamos con Venezuela, que nos prestaba un montón de dinero a una tasa altísima y un día dejamos de estar con Venezuela y me parece que Argentina, en toda esta ambigüedad que tiene en el mundo, sufrió heridas muy profundas y muy grandes la AMIA, la embajada de Israel, la muerte del hijo de un presidente democrático que no tenemos claro por qué murió más allá que la señora Zulema Yoma, aclaró que en algún momento Carlos Ménem se despidió sabiendo que a su hijo lo habían matado y que no había sido un accidente. Y por supuesto, lo del fiscal Nisman, una cosa peor que la otra, una cosa más dramática y miren que estamos lejos. Miren que somos el último orejón del tarro.
A todo esto se suma un fallo categórico de casación que responsabiliza a quien hoy ataca a Israel como quien voló la embajada de Israel en la Argentina y atentó contra la AMIA matando un montón de gente.
Me parece que es un tema delicadísimo el que tenemos que sortear en el mundo y a Argentina prestarle muchísima, muchísima atención y tener los pasos muy, pero muy claros, y saber dónde estamos y hacia dónde vamos.
Más allá de lo enfático que pueda hacer el presidente de la nación o más allá de las ideas personales que pueda tener un presidente, tenemos que reclamar como ciudadanos claridad en cuanto a los conceptos que tiene que tener una nación en materia diplomática y en materia de ver de qué lado del mundo nos paramos.
Hace poco nos enloquecía también con Rusia en un montón de detalles cuando el mundo miraba para otro lado.
Pero, repito, la Sentencia de Casación federal y los fundamentos sobre los cuales se apoya demuele cualquier argumento con el que se trate de explicar aquel acuerdo que Argentina tuvo a través de ese bendito memorándum con un Estado terrorista como es el estado terrorista de Irán. Lo seguiremos con atención.
Pediremos que todo el mundo de la mayor cantidad de explicaciones posibles y dejando de lado cualquier tipo de grieta que quieran inventar, tendremos que trabajar todos todos para que Argentina quede blindada y no exista ningún tipo de posibilidad en ninguna frontera, en ningún punto, donde ante cualquier descuido podamos tener, ojalá que no un dolor de cabeza.