Me tomo un minuto, como todos los días, porque hoy empezamos un día fuerte para mí.
Muy doloroso, porque pensar que han asesinado a cuatro personas inocentes en Rosario como consecuencia de la falta de trabajo, de la falta de proyección, de no tratar los temas a la altura, que los tenemos que tratar.
Lo de Bruno y el testimonio de su novia de las últimas horas es demoledor. Un chico de veinticinco años que lo matan como lo mataron en una estación de servicio, dejando a su chica dejando a su nene, un hijo muy jovencito, un pibe que estaba laburando en una Argentina donde hay muchísimos que tienen necesidad de querer cambiar las cosas, de querer progresar los taxistas, el colectivo y no puedo, porque me molesta vivir en el pasado.
Me molesta vivir en ese canal, volver, que es la Argentina permanentemente. Pero no puedo dejar de pensar las responsabilidades que han tenido muchos y que no han hecho nada en una provincia donde en algún momento balearon la casa de un gobernador en una provincia donde miraban al costado donde los narcos hacían y los marcos de siempre Home Office.
Estoy preso, pero hago lo que quiero y no solamente en Rosario, en toda la Argentina, aquí en Marcos, Paz, en la cárcel. A un líder narco lo encontraron con el teléfono del director del penal, una extensión de la línea telefónica.
Cuando volvieron al mes a controlar estaba otra vez el teléfono. Ahí.
Por eso me quedo con algo que planteamos muy temprano. Más allá del dolor de la muerte de los inocentes, la pregunta que nos hacemos es si estamos capacitados a esta altura para enfrentar al narcotráfico Y si la policía de Santa Fe es una policía que juega a favor y juega en contra, si es la solución o es el problema.
Porque hoy Javier Díaz dijo en este programa algo que me resuena desde hace tiempo en mi cabeza. Y es que nunca vi un policía en la provincia de Santa Fe con una herida por un enfrentamiento con algún delincuente o algo que provenga del narcotráfico.
Me encantaría que nos cuenten y para eso está la ministra Bullrich, que es una ministra activa. Que nos cuenten realmente si tenemos un problema con la policía de Santa Fe, si es una policía apta o si es una policía donde habrá que separar los que trabajan de policías y los que forman parte de la clandestinidad o de la parcialidad con el narcotráfico.
Es un tema delicado, es un tema que nos tiene que unir a todos y es un tema donde las fuerzas de seguridad nos van a mostrar también si están a la altura de la circunstancia, porque hemos hecho de nuestra fuerza de seguridad durante mucho tiempo hechos decorativos, entonces hoy no sé si estamos para enfrentar al narcotráfico o para ganar una batalla tan dura y tan difícil dentro siempre del contexto de la ley, dentro siempre del contexto de los derechos, absolutamente de todo, pero respetando los derechos de la gente inocente como los taxistas, el colectiv y Bruno, el playero de la estación de servicio, no otorgándole mayor beneficios a los delincuentes que a la gente que muere inocentemente en una batalla en la cual no tiene absolutamente nada que ver el otro tema.
Me parece que nos pasamos un fin de semana donde entrar a ver redes sociales. Realmente era sentirse parte de un universo al cual yo no quiero pertenecer.
El de la agresión permanente, el de la falta de respeto, el de la falta de memoria el de pienso porque alguien me puso un chip y ese chip es el chip de Cristina Fernández. Es el chip de Mauricio Macri o el chip de Javier Milley.
Acá hay gente que está a control remoto viviendo la vida en la Argentina militan, pero una militancia que no tiene el más mínimo sentido porque no ven absolutamente nada de lo que está bien y lo que está mal. Solamente es militar por militar y vimos un fin de semana con un nivel betsi donde el presidente de la nación, más allá de estar muy atento a sus redes y a su gente en un momento difícil donde hacer goles en la economía y en seguridad parece que cuesta y cuesta mucho y lo estamos viendo, necesita hacer goles para su tropa.
Pero para hacer esos goles no tenemos que cometer errores, porque si Martín Menem y Victoria Villarruel firman un aumento para los legisladores y ellos mismos después lo tienen que borrar.
O hay un secretario legal y técnico que no le informa al presidente o si le informa y el presidente lo hace y firman un aumento para él y sus ministros de cuarenta y ocho por ciento.
Estamos desgastando la energía, Estamos desgastando el tiempo. Estamos discutiendo cosas que no forman parte de la trascendencia de los problemas que tenemos los argentinos.
Está mal que el presidente y su gente cobren un cuarenta y ocho por ciento más, sí, pero no es el único tema y el tema central para que el debate pase por ahí.
Porque cuando yo veía el nivel de agresión del fin de semana, me preguntaba Hay cosas que por lo menos sirven para algo, no este error voluntario o o involuntario.
Yo creo que voluntario, porque las cosas que uno firma las tiene que mirar.
Las tiene que analizar, no pueden pasar porque sí sirve para que en esta Argentina nazca auto automáticamente una cadena de acusaciones.
A mí me encantaría que la denunciante de esto, que lo hizo muy bien.
Victoria Tolosa Paz nos explique si es cierto o no que en la Argentina hay menos comedores de los que el ministerio que ella presidía.
En algún momento comentaron que existían y llegaban alimentos a lugares donde no existen.
Me encantaría que el ex presidente de la Nación, Alberto Fernández, que tuitea tan alegremente, nos dé un panorama cierto si existió o no un negociado bestial con los seguros, en vez de estar tan preocupado en si mi ley y suministros firmaron bien o firmaron mal.
Me encantaría que Cristina Fernández, que fue la que metió esto en el decreto de no sé qué año, no sé qué historia y cobra catorce millones de pesos, nos dé a conocer algún plan sobre cómo hacer para que los jubilados argentinos tengan algún tipo de beneficio, como tiene ella.
Pero no estamos todas metidos y todos en temas muy menores, en temas de escasísimo nivel, en temas que no nos mueven la aguja.
Me parece fantástico que hoy un montón que formaron parte del gobierno anterior estén atentos a cualquier tipo de regularidad, porque muchos de ellos dejaron pasar un sinfín de situaciones que hoy no pueden justificar. Miraron para otro lado.
Hoy son los más correctos del mundo y son los más honestos del mundo. Bienvenidos a ese sector, pero sepan que en algún momento miraron para otro lado y que aplauden y que festejan algunos que tienen problemas serios con la justicia.
Para terminar, y ojalá que el presidente esté más atento y que cuando firma algo o le hacen firmar algo. Sepa lo que está firmando y no cometa este tipo de papeles.
Me parece que otro hecho que nos hizo perder mucho tiempo y mucha energía fue el ocho de marzo, el Día de la Mujer, cuando desmantelamos el el Salón de las Mujeres para conformar el Salón de los Próceres en la Casa Rosada.
Qué difícil el tema no, porque muchos dicen che es una provocación.
Muchos dicen, es una alimentación del sistema del Gobierno para mantener activa su tropa, para mantener activo a su gente en las redes sociales.
Pero qué difícil, cuando vemos en la palabra prócer la idea que tiene este gobierno, porque me parece que los próceres nuestros son los que hicieron cosas contundentes, fuertes y marcaron la historia argentina.
Hoy podemos discutir o no gustos, pero nadie de si Che San Martín no fue prócer, verdad o no fue prócer Alberti la Junta, Después podemos discutir si este si el otro, Si me gusta más, si me gusta menos, menos.
Pero poner un cuadro de Carlos Menem, el único presidente con condena firme por lo que pasó con la venta de armas a Ecuador y sospechado en gran parte de la sociedad argentina lo que fue su gobierno en materia de corrupción me parece una falta de respeto absoluta, porque si hacemos un repaso del ochenta y tres a la fecha, creo que ningún ex presidente tiene categoría de prosa.
Algunos podrán subirlo a Raúl Alfonsín porque es el padre de la democracia, porque es un hombre que murió en la normal de la vida, más cerca de la pobreza, de la riqueza, con una contundente despedida de todos los argentinos, más allá de haber tenido un gobierno dificilísimo y plagado de hiperinflación.
Pero ponerlo a Carlos Menem a la altura de un prócer será el gusto de la señora Karina Milley. Será el gusto del señor Javier Miley, pero para eso tienen su casa.
Pongan el cuadro que quieran, cuelgan a la imagen que quieran, pero por favor, seamos respetuosos de las palabras y de los hechos y del pensamiento general de los argentinos, que no creo coincida con esto. Vuelvo a repetir.
Ganamos mucho espacio en un montón de cosas a lo largo de las últimas décadas, pero seguimos perdiendo mucho tiempo en una Argentina que tiene problemas muy, muy graves, económicamente, repito todos los días sesenta por ciento de pobres, diez por ciento de indigentes y en materia de seguridad, la seguridad nuestra de todos los días, un con urbano tomado por los moto chorros y una ciudad muy cercana y una de las más importantes de la Argentina llamada Rosario, a doscientos cincuenta kilómetros de donde estamos, que hoy se desangra, donde matan gente inocente y donde se ha desatado una guerra interna gravísima entre el narcotráfico y nuestras fuerzas de seguridad.
Esos son los temas importantes la economía, la inseguridad y la vida de todos los argentinos, con la intrascendencia y la falta de respeto de un fin de semana repleto de descalificaciones, de hechos lamentables y de soluciones que tampoco aportaron la más mínima solución.