No discuto el tema del impuesto a las Ganancias, porque la obligación de saber cómo reemplazamos el billón de pesos anuales no es nuestra, es de quienes gobiernan. Pero sí comienzo a discutir que los tres candidatos más importantes que hoy tenemos empiezan a proponer un sinfín de cosas, como si la Argentina en 30 días fuera lo que no es en los tres años y once meses restantes de un mandato.
Vemos un sinfín de anuncios y de propuestas que muchos de ellos sabemos que son irrealizables. Dejemos de lado las cuestiones económicas o las cuestiones delirantes, como que vamos a cerrar el Banco Central, que vamos a dolarizar cuando no tenemos un dólar ni por milagro en la Argentina, o como cuando planteamos que vamos a bajar la inflación en dos días o sacar el cepo en media hora. Hoy estamos hablando de un país con una manta muy corta, donde estamos tocando el 50% de pobreza, donde hay gente que no llega ni por casualidad a los 200 o 300 mil pesos para poder tener una canasta digna a la hora de comer. Es un país de parches, es un país de remiendo permanentemente.
Ayer escuché muy alegremente a la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, planteando la posibilidad de bajar la carga horaria de los argentinos, y rápidamente alguien que entiende en la materia, porque nos comparaban con lo que pasa en Islandia y en España, me dice "cuidado con el tema, no ilusionen a la gente". Porque no es trabajar cuatro días y vivir rascándose en casa el resto.
Hoy, la ley permite seis días de ocho horas y podríamos ir a un escenario tal vez muy complejo y muy difícil, porque en otras partes del mundo, cuando hablamos de este tipo de situaciones, lo hablamos desde una reducción de una carga horaria, de una reducción de una carga salarial. Hoy en la Argentina existe pluriempleo. El pluriempleo es tener más de un empleo y tributar por todos los empleos que uno tiene si tiene la suerte de estar dentro de una vieja ley laboral a la cual hoy a nadie lo meten porque no ponen un empleado en blanco ni por milagro.
Entonces, hoy hablar en la Argentina de bajar una carga horaria realmente es irrespetuoso y es faltarle el respeto a la gente que labura todo el santo día y que tiene dos empleos o algo más para poder llegar a fin de mes.
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