Año dos mil veintitrés. No nos curamos más
Qué mal que está, no puedo entenderlo.
No puedo entenderlo que que estemos discutiendo cosas que ya a esta altura tendrían que habernos, pero como mínimo, haber hecho saltear un montón de materias y decir qué hacemos, No en este tipo de situaciones con chicos tan agresivos, con chicos tan desvirtuados de la vida.
Un calco de lo que pasó con Fernando lo escuchaba al papá y veía a Silvino, el papá de Fernando.
Una cosa increíble, una cosa increíble, donde no ponemos el acento en ver qué está pasando con nuestros chicos.
Yo recuerdo cuando hablé con Facundo Manes, neurólogo, no a la parte política, y Facundo me decía lo que nos va a costar salir de la pandemia y las secuelas que nos va a dejar.
Nadie hizo nada. Nadie resolvió nada.
No hubo un Ministerio de Salud en la nación, en cada una de las provincias trabajando.
Estos chicos tienen secuencias de la pandemia.
Estos chicos tienen secuencias de la droga.
Estos chicos tienen secuencias del alcohol, tienen secuencias de la incertidumbre que es Argentina y pasan este tipo de cosas.
Pasan este tipo de cosas y mientras vemos estos, que son los verdaderos problemas que nos ponen en carne viva, vemos que hay otra Argentina paralela que va por otro lado, que es la Argentina, por supuesto, de la esperanza, de la ilusión de lo que puede comenzar el diez de diciembre.
Pero mientras tanto nos pasan todo este tipo de cosas y yo hoy temprano, muy temprano, tal vez no me escucharon porque cada uno en estos horarios llega cuando puede.
Planteaba qué desvirtuada que está la Argentina, no?
Porque mientras tenemos estos problemas tan serios y el tuyo que no sabés si vas a poder mandar al nene a la escuela el año que viene por la matrícula o el tuyo, porque no sabés si podés renovar el alquiler y si no te pasa a vos, le pasa a un familiar o a un amigo o que el seguro te subió un treinta por ciento o que la manga de estos delincuentes que reventaron a Lautaro están todos libres y no los pueden pescar.
O que estamos con esta locura y este delirio de las escuchas ilegales, cuando hay problemas tan serios en la Argentina y en el mundo, con lo que está pasando en Israel y acá al lado, en Brasil encontraron terroristas.
Nosotros estamos con una AFI paralela tratando de ver qué dicen los políticos. ¿Qué dicen los jueces? ¿Qué dicen los periodistas?
Todo de un nivel de fracaso casi permanente, no?
Y anoche veía a quienes pretenden ser vicepresidente de la nación discutiendo el pasado.
En un momento miré digo, dónde lo estoy viendo en te o en canal Volver, porque parecía una discusión del año ochenta.
Es importante el tema de los desaparecidos.
Importantísimo.
Y cada uno tenemos una opinión, pero estar discutiendo esto en medio de tantos problemas o casos como el de Lautaro o estar discutiendo si el cuarteto estamos a favor o en contra, con masa y con mi ley, que lo pongo en el acto, que lo bailo en mi casa.
Qué precario todo.
Qué nivel, Qué nivel, Qué nivel?
Cuando hablamos con Diego, eh?
Un papá de un jovencito argentino que está hoy con muerte cerebral esperando un milagro.
Nos damos cuenta qué lejos estamos de los problemas de todos, no?
Y qué cerca estamos del abismo.