Fue una semana donde han pasado cosas realmente dramáticas, con los piquetes, la intolerancia, los 260 maestros que presentaron documentos o certificados médicos truchos para tratar de de no trabajar. Y en esta semana dramática tenemos un hecho positivo y saliente y es la renuncia de Franco Rinaldi del cargo que lo podían distinguir los vecinos de Buenos Aires, por ser un un hombre que no está a la altura de las circunstancias, con rasgos muy antisemitas, homofóbicos, descalificantes y tratando de justificar lo injustificable. Forma parte de una cabeza de otro tiempo.
Pero me parece que lo que no tenemos que utilizar son las cuestiones políticas para remarcar los errores y después en la vida seguir todo normal. Porque el problema con lo de Rinaldi, que es de un profundo atraso, no sé si lo aplicamos a nuestra vida.
No sé si mucho no piensan así, no lo sienten, y hasta no hacen memes o joroban con temas tan duros y tan sensibles que tienen que ver con la vida de otras personas. Atentos con esto. Estamos en un modo electoral muy peligroso.
Todo está dentro del modo electoral. Ojalá que las cabezas vayan por delante de estos episodios y de todo estos que buscan cosas en las redes. Si nos remitimos a esto, gran parte de las ofertas electorales que tenemos hoy no podrían presentarse por las cosas que pensaban o lo que decían. ¿Podemos cambiar de pensamientos? Sí. ¿Podemos evolucionar? Sí. Lo que no podemos tener es cabezas tan fuera del sistema, tan fuera de la vida como la del señor Rinaldi.
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