Desde hace meses y hasta años, en algunos casos, el Aeroparque Jorge Newbery se convirtió en el inusual hogar de más de un centenar de personas en condición de calle. Una de ellas es Sandra, una mujer de 38 años, quien con una voz cargada de tristeza y angustia compartió su historia en una entrevista realizada por el programa Vilouta 910, en Radio La Red.
"Hace tres meses que estoy acá, con la comida, ropa y calzado, nada más. Nadie nos dice nada, por suerte", reveló Sandra, evidenciando su situación de vulnerabilidad y dependencia de la caridad de otros para sobrevivir día a día. Sin un empleo que le brinde ingresos estables, pagar un alquiler se volvió un sueño lejano y casi imposible de alcanzar.
La soledad se convirtió en una compañera constante para Sandra, quien confesó: "Estoy muy sola. El único que nos acompaña es Dios". Lejos de su familia, Sandra dice no querer molestar a sus dos hijos, quienes también enfrentan sus propias dificultades y responsabilidades familiares. A pesar de contar con su apoyo moral, la ayuda económica es escasa y no pueden ofrecerle un techo donde cobijarse.
Durmiendo en el aeropuerto durante la noche y refugiándose en casa de una amiga durante el día para bañarse y descansar brevemente, Sandra reconoce que esta solución temporal no es sostenible. "Luego vuelvo acá. Ella también tiene sus hijas y sus problemas y no puedo estar todos los días allá", lamentó.
Sandra también hizo hincapié en los peligros que implica vivir en la calle. "La policía acá te cuida, hay cámaras de seguridad. En la calle no se puede estar, está muy peligroso", advirtió. La falta de seguridad se suma a los desafíos diarios que enfrenta, lo que hace que encontrar una solución a su situación sea aún más urgente.
La búsqueda de empleo es otro obstáculo para Sandra. Aunque se esfuerza por conseguir trabajo, enfrenta dificultades debido a la falta de referencias y a su situación de vivienda precaria. "Estoy buscando trabajo, pero está difícil porque todos te piden referencias. Y cuando me preguntan dónde vivo, digo la verdad, qué voy a hacer", expresó con frustración.
A medida que la entrevista llegaba a su fin, Sandra dejó en claro que no recibe ningún tipo de ayuda gubernamental ni subsidio, dependiendo únicamente de la generosidad de las personas que se cruzan en su camino.