Eduardo Aliverti
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El editorial de Paulo Vilouta: "¿Cómo seguimos?"
El editorial de Paulo Vilouta: ¿Cómo seguimos?
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¿Y cuánto falta para que votemos?

Falta poco para el veintidós, sí, pero falta mucho cuando tenemos tanta incertidumbre desde el punto de vista de la economía y en la Argentina. Y ojalá que el año que viene lo hagamos en la Argentina de Miley es la Argentina de Massa o en la Argentina de Bullrich?

Hagamos una modificación para cuando tengamos que otra vez votar el próximo o la próxima presidenta y no jugar como jugamos este año, porque hoy falta muy poco para el veintidós de octubre, pero falta mucho y falta muchísimo más y tenemos que ir a un balotaje en noviembre y falta una eternidad.

Si tenemos que ir hasta el día que asuman el diez de diciembre quien tenga que asumir.

Digo las modificaciones que tengamos que hacer el próximo año en el Congreso, sabiendo que el espacio en la Argentina han provocado en los últimos dos cambios de gobierno una incertidumbre mayor de la pensada el precio del dólar, el riesgo país, los bonos, la vida tuya, la vida tuya, la vida mía, la vida de aquél, la vida de aquélla, todo cambió. Tuvimos que hacer una profunda devaluación y el tiempo, de agosto a octubre o a noviembre es eterno.

Y creo que tenemos que estar muy atentos a esta situación.

Si queremos alguna vez no vivir con el corazón en la boca porque estamos acostumbrados a tener un montón de problemas, pero con el corazón en la boca, como estamos viviendo desde este agosto hasta el próximo octubre.

Y como fue en aquel agosto cuando Alberto Fernández le ganaba a Mauricio Macri y todo comenzó a cambiar también con relación al debate, me parece para cerrar un poquito lo que fuimos haciendo a lo largo de toda la mañana, que hemos dado un paso que damos la posibilidad a todos los argentinos de sentarse por dos horas con altísimo nivel de audiencia, a mirar por la tele, a escuchar por la radio, a seguir por las redes, lo que piensan en este caso las cinco personas que llegan a la instancia de poder ser presidentes de la nación.

En cuanto al formato, yo creo que tenemos todo el tiempo. Si la transmisión dura dos horas, la podemos hacer en tres. Si te interesa, te podés quedar. Si no te interesa, te podés retirar.

Tal vez te interesa más un tema que otro, pero me parece que los tiempos tienen que ser no tan estrictos.

Por supuesto que marcando una pauta para que no sea cualquier cosa y hagamos algo muy típico nuestro argentino, que cada uno hace lo que se le da la gana. Pero: ¿Quién puede creer que en dos minutos alguien nos va a explicar una idea aplicable en breve?

Quién en dos minutos nos puede contar cómo vamos a parar la inflación?Quién en dos minutos nos puede decir qué plan de seguridad serio va a tener la Argentina para que no te roben el celular a cualquier hora y en cualquier lugar, o para que no tengamos bandas de narcotráfico dirimiendo en los barrios de emergencia a quién manda o absorbiendo a tu hijo, a tu hija o a mi hijo o a mi hija en una posibilidad que se transforme en un soldadito de la droga.

Quién puede en dos minutos en la Argentina hablarnos de un cambio climático que es importante porque la última sequía nos privó de veinte mil millones de dólares, entre otras cosas.

Y así como hemos tenido sequías, podemos tener inundaciones o podemos tener este verano temperaturas que estén arriba de los cuarenta grados todos los días. Quién puede en dos minutos en la Argentina, explicarnos cómo vamos a recuperar la posibilidad de vivir serenamente alquilando una vivienda sin estar pensando que a los dos o a los tres años no sabemos dónde vamos a ir a vivir?

Quién puede en dos minutos en la Argentina contarnos cuál va a ser el destino de nuestros hijos?

Quién estos hijos que van y estudian una carrera en el mejor de los casos, un oficio, una profesión, pero después ven que no hay futuro.

O tal vez entienden lo que no entendemos nosotros, las generaciones que los antecede, que banca, que naturaliza que muchas veces nos dejamos que nos mientan permanentemente o aceptamos silenciosamente en algunas circunstancias, pactos y conductas mafiosas.

Yo escuchaba, sin ir más lejos, a la señora sirio que no es funcionaria pública, tratando de contarnos a todos los argentinos que vivió ajena durante tanto tiempo a la vida del señor Insaurralde.

Y uno dice si le cree che, la persona que estaba al lado no se dio cuenta.

Y si no le cree che, la persona que estaba al lado nos quiere hacer creer que todo eso formó parte de un engaño, de una fantasía que ni siquiera ella tuvo el acceso para poder conocerlo.

Y ese es un punto mínimo.

Pero todos los puntos mínimos hacen un máximo. Que tengamos cuarenta por ciento de pobres, que tengamos nueve por ciento de indigentes y que tengamos seis de cada diez adolescentes que en la Argentina viven en la pobreza y que viven sin futuro.

El presente es un plan. El presente es tratar de pasarlo como se puede. La expectativa es comprar una cerveza. La expectativa es ir a ver un partido de fútbol. La expectativa es pararse la puerta de un estadio donde hay un recital. Pero no hay cosas fuertes, contundentes.

No hay cimientos para construir una sociedad Argentina, que tiene que salir de este declive permanente hace tantos años ser todos los candidatos coincidieron porque algunos tienen responsabilidad y otros la vieron. Todavía no ejercieron esa función que desde hace una década larga en la Argentina no se produce empleo serio que en la Argentina, desde hace un tiempo largo a esta parte no hay un número que marque flecha hacia arriba, todo es para abajo.

Por eso creo que el debate es sumamente interesante. Los obliga a los candidatos, tuvieron que prepararse, la mayoría fueron bocha.

En Santiago del Estero tuvieron que dispensarle más tiempo al segundo y por sobre todas las cosas, tuvieron que hacerlo lo más creíble para que quienes escuchan o ven por lo menos sientan que mi ley, que masa que Bullrich que esquiar y que Bregman están mínimamente en una sintonía cercana a ellos. En un país donde hay tres preocupaciones centrales la inflación, la inseguridad y, por supuesto, creo que la más grande de todas y la que abarca desde el primero al último de los argentinos.

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