En un trágico suceso que conmocionó a la comunidad de Curuzú Cuatiá, una periodista local fue encontrada muerta en su domicilio. Griselda Blanco, reconocida trabajadora de prensa radial, fue hallada estrangulada, con golpes en el rostro y rastros de sangre en el lugar. Las autoridades detuvieron a su expareja como sospechoso, mientras se investiga si se trató de un femicidio o de un crimen vinculado a sus investigaciones periodísticas.
Al respecto, el periodista Javier Ponce dialogó con Vilouta 910 y no solo descartó la hipótesis del femicidio, sino que aseguró que Armando Jara, el único detenido, es "un triste perejil".
Si bien Ponce admitió que la relación entre la mujer y su expareja era "tóxica", atribuyó el crimen a las denuncias que ella venía realizando en su programa: "Hay que destacar que en su último programa, ella estuvo muy filosa".
"Armando Jara es un triste perejil. En el programa de la noche anterior, ella atacó fuertemente a la policía; a un comisario al que tenía denunciado; a unos violadores, con nombre y apellido, diciendo todo lo que hacían; a los doctores del hospital... Y cuando digo que 'atacó', me refiero al sentido de la información. La información era muy picante, demasiado picante", agregó Ponce, quien consideró que a su colega "la callaron".
Griselda Blanco: los detalles del caso
El cuerpo de Griselda Blanco fue descubierto en su casa, ubicada en la calle Juan Pujol, de Curuzú Cuatiá, una ciudad situada a 320 kilómetros de la capital correntina. Según informaron fuentes policiales a Télam, la periodista presentaba signos de haber sido estrangulada con una soga, y se encontraron indicios de que había intentado defenderse del ataque.
La familia de la víctima rechazó la teoría del suicidio y sostiene que Griselda fue asesinada. Afirman que la periodista "decía verdades que nadie se animaba a decir" y que eso habría motivado su silenciamiento. En una publicación en Facebook realizada por Griselda el día anterior a su muerte, expresaba su exigencia de justicia por el caso de Débora Serrano, quien falleció en el hospital civil de Curuzú Cuatiá y se sospecha de mala praxis médica. Estas denuncias previas y su labor periodística podrían estar relacionadas con su trágico final.
Armando Jara, expareja de Blanco, fue detenido en relación con el caso. Las autoridades competentes, entre ellas la Unidad Fiscal de Recepción y Análisis de Casos (Ufrac) y la Policía Federal Argentina (PFA), se encuentran a cargo de la investigación. Se realizó un allanamiento en la vivienda del sospechoso, donde se incautaron prendas de vestir y una notebook que podrían ser relevantes para esclarecer los hechos.
Griselda Blanco se destacaba por su trabajo en el ámbito de la prensa radial, especialmente en programas dedicados al periodismo local. Recientemente, había realizado una investigación sobre un presunto caso de mala praxis en el hospital civil Fernando Irastorza de Curuzú Cuatiá.
Asimismo, previamente había realizado denuncias públicas acerca del presunto mal desempeño de la policía local. Estos factores llevaron a que la fiscalía interviniente solicite la participación de la PFA en la investigación del caso.