
Tenía muchas ganas de ponerme a hablar de lo que son los temas centrales de los argentinos hoy Milei por decreto. Lijo y García Mansilla en la Corte. La vergonzosa situación que a cinco días no podemos encontrar un nene de tres años en Córdoba y me preocupa porque cuando hablo de Ian, pienso en Logan. La conmoción por la muerte de una nena de siete años en medio de dos delincuentes de catorce y diecisiete años en La Plata. Y por supuesto que son mis temas, que son mi agenda y que son cosas que yo quiero reflejar y marcar todos los santos días.
Pero repasando un poquito las tendencias de la última hora en la Argentina no puedo dejar de prestar atención porque la tendencia número en redes es Riquelme. La dos es Cavani. La tres es Gago. La cuarta es Velasco. La quinta es Brey. La sexta es Pipo Gorosito. La séptima es Alianza Lima. La octava es Marchesín. La novena es Boca Juniors.
Y como yo tengo una matriz y una raíz deportiva también tengo que opinar de un tema que hoy en la Argentina salpica y sobrepasa toda esta actualidad que yo les di hoy. Tendríamos que estar hablando de la corte de la Asamblea Legislativa del sábado, que por supuesto lo tocamos y lo tratamos, pero tal vez nos podemos dar el gusto de opinar, no de un comentario de un partido de fútbol que tiene un resultado y un día es una cosa y un día es otro, sino tal vez de un sistema en el cual hoy vive el fútbol argentino, metido en grietas que lo único que han logrado en los últimos tiempos es romper la rivalidad deportiva para meterse en otro tipo de rivalidades que nada tienen que ver con el fútbol.
Ayer en la cancha de Boca se vio un rotundo fracaso deportivo e institucional. Hoy es un día de renuncias. Hoy es un día donde los simpatizantes de Boca, que en la Argentina somos todos tan pasionales y el fútbol nos marca el ánimo, nos marca el humor. Eso no es bueno, pero somos así. Los argentinos lo sentimos. Lo queremos y nos marca uno, dice Che. Pero hay una vida bueno, somos así. Los argentinos están esperando renuncias. Están esperando que el barco cambie el rumbo. Porque la soberbia y la ignorancia de muchos que conducen a Boca en estos tiempos ha hecho un cóctel que ha dado muy pocos resultados.
Uno hoy se pregunta si es simpatizante de Boca Che y los veinticinco millones de dólares que compramos, dónde están o qué compramos. Boca hizo del mes de febrero un mes de diciembre adelantado, con un crack económico porque se pierde todos los ingresos, que son los dólares de la Copa Libertadores, las recaudaciones, los derechos, la Copa Sudamericana en menor medida y un papelón deportivo sublime. Boca se acostumbró siendo lo grande que es Boca a la victimización. Con la complicidad de un sector de la prensa que están rompiendo las pelotas soberanamente todo el tiempo, confundiendo al simpatizante con esa historia del Asad y que el club es de los socios.
Por supuesto que todos los clubes son de los socios y en la Argentina, por idiosincrasia, los socios no van a permitir que ninguna persona venga a hacer ninguna locura desde el punto de vista económico. Pero también hay que tener en cuenta, no en Boca, pero en muchas instituciones que con este sistema actual que tenemos fundieron clubes, reventaron clubes.
No dieron explicaciones dirigentes que no formaron parte del Asad y que fueron elegidos popularmente por el voto de la gente. Y están con esta historia de la victimización y discursos viejos y cosas que no sirven. Los méritos tienen que ser propios y no hay que estar siempre mirando para atrás. Busca cuando mira para atrás o esta comisión directiva cuando mira para atrás tiene un problema.
Mauricio Macri fue para mi gusto un muy mal presidente de los argentinos porque no logró los cambios, no logró las transformaciones porque habló de un gradualismo, pero para Boca fue un gran presidente. Yesta gente que hoy conduce está en esa comparación permanente y no lo lleva a nada. Hay que mirar para adelante. Hay que tratar de diferenciarse con cosas nuevas y estar a la altura de las circunstancias.
Esto es un fracaso deportivo e institucional, ex jugadores al mando de un club donde no dan pie con bola. Y ayer tuvieron un golpe muy, muy rotundo. Porque hay mucha responsabilidad en su técnico. Claro que sí. Y hay muchísima responsabilidad de jugadores de fútbol con ciclos cumplidos, con edades muy avanzadas, con actuaciones muy descalificante. Uno dice Che, qué hace Fabra en boca?
¿Qué hace Rojo en Boca? Jugadores que hace mil que están y que no sobrevuelan o no sobrepasan los problemas, las lesiones y los inconvenientes y renova la energía, renova la esperanza y ponés plata, plata, plata y es un fracaso tras otro. Me parece que lo del fútbol de ayer marca sin duda muchísimo el el día de hoy. Y no me quería apartar.
Porque en esta Argentina de tanta grieta en esta Argentina, de tanta diferencia en esta Argentina donde disfrutamos más el fracaso ajeno que el triunfo propio, muchas veces atendemos las cosas trascendentes y las cosas importantes. Y nosotros, como argentinos que pedimos resultados permanentemente, también tenemos que tener objetividad. Y nosotros como futboleros, también tenemos que tener objetividad.
Como cuando nos pasó con la selección argentina cuando había un círculo cerrado, cuando había jugadores que no aportaban energéticamente cosas positivas cuando los resultados no acompañaban. Bueno es la pasión y yo la entiendo y la comparto siempre y cuando no haya violencia de por medio y siempre y cuando no perdamos la cabeza.
Quería hablar de Lijo, quería hablar de García Mansilla. Quería pararme un poquito en todo lo que está pasando con las situaciones previas a la Asamblea Legislativa del próximo día sábado, donde no van a estar gran parte de los dirigentes políticos opositores. Quería repetir que vivo en un país totalmente inseguro y estoy harto que haya víctimas de siete años producto de la inseguridad. Quería meterme con más detalles de Ian, pero me ganó un poquito mi vieja historia con el fútbol ante situaciones que no siempre serán.
Lo de anoche fue un acontecimiento histórico por lo rotundo, por lo malo, por el fracaso y porque vuelvo a repetir. Y esto tiene que ver para el formato del fútbol y para el formato de sociedad y para el formato de Argentina. La soberbia, más la ignorancia, más el creerse los todopoderosos y creer que tienen todas las soluciones para todos. Los problemas son un cóctel que por lo general, dan muy poco resultado. Y si no, escuchen lo que pasó ayer para cerrar este comentario en la cancha de Boca.