
Sin duda el minuto arranca en el viernes. ¡Qué lejos queda el viernes!
Pero qué cerca también, porque sin duda había una gran expectativa por un montón de circunstancias que giraban alrededor de esta Asamblea Legislativa y el comienzo que todos los años en todos los países, cuando hay este tipo de formalismos, uno le presta atención en el nuestro.
En los últimos tiempos dejaron de tener algunas muchas fuerzas, mucha vigencia, tal vez por los formatos, tal vez por los personalismos, Tal vez porque el Congreso se había transformado en una caja de resonancia a nivel, gritos y cartelitos y puesta en escena y escenografía que muy poco tienen que ver con los problemas de todos los argentinos.
El viernes había una gran expectativa porque llegaba al Congreso un presidente que no pertenece a ninguno de los espacios políticos tradicionales. No es peronista, no es radical, no es de unión por la patria, no es de junto por el cambio. No es ninguno de estos nuevos frentes que se han constituido en los dueños del poder en los últimos años.
Venía muy mal llevado en el vínculo con los gobernadores, con los intendentes con los diputados, con los senadores y reconozco que yo tenía algún tipo de reparo en lo que podía pasar. Y me parece que en líneas generales el paquete, el formato, el contenido del viernes salió en forma satisfactoria.
Primero porque logró que muchísima gente lo siga un viernes por la noche, cuando por lo general los argentinos en la tardecita del viernes ponemos un off y nos apartamos de esta vida loca demente que tenemos los argentinos, que es vivir siempre demasiado al palo a nivel mental, con muchas preocupaciones, con muchas tensiones y uno el viernes, como que pone el off y dice Bueno, el lunes volvemos el lunes retomamos, no me vengas con cosas raras y la verdad que fue un logro haberlo llevado a las nueve de la noche, porque entre todas las señales de noticias y los canales de aire en la cadena nacional lograron tener cincuenta puntos de rating.
Esto es equivalente a un partido de la selección argentina. No me importa si es un éxito o no. A mí lo que me importa es que la sociedad le preste atención al discurso de un presidente que no significa una muestra de apoyo, porque Por supuesto que el sábado había lectura, cheque, apoyo a Milei.
No, no es un apoyo a mi ley, es la necesidad que tenemos todos los argentinos de saber y esto es para mi ley y es para todos los diputados y para todos los senadores y para todos los gobernadores y todos los intendentes. Esto es saber a dónde vamos, ¿Qué va a pasar con nosotros?
¿Dónde estamos parados hoy? La Argentina es un un enorme barco y no sabemos muy bien dónde vamos, porque algunos nos dicen una cosa y otros nos dicen otra. Por eso yo creo que la expectativa de la gente, más allá de todo lo aleatorio que el atril, que si se saludan, que si no se saludan, que si gritan, que si no gritan, que si se abrazan, que si no se abrazan uno le pone el ojo a todo ese tipo de cosas.
Pero la concentración estaba puesta en lo que iban a decir y lo que iba a pasar igualmente. Muy astuto el Gobierno. Porque yo muchas veces digo Che, estos no son políticos porque son ajenos a todo lo que es la política, pero lo manejaron bien desde el punto de vista que primero lograron tener cincuenta puntos y segundo, que no vimos ninguna escena o ningún rostro o ninguna situación que planteara enojos, malestar.
Todos los gritos que se escuchaban parecían ser favorables. Todas las caras que enfocaban parecían ser amigables. Es decir, armaron una puesta en escena realmente importante a favor del Gobierno, quienes tuvieron la responsabilidad de llevar a cabo la transmisión.
Vamos a lo pro a lo más importante, lo más profundo. ¿Qué va a pasar de ahora en más?
Porque cuando el presidente habla de un pacto de mayo, más allá de lo simbólico que es ese mes para todos los argentinos uni, si sí, Cuánto tiempo para mayo en Argentina no sabemos si es poco, si es mucho, si es bueno, si es malo, si alcanza, si no alcanza.
Pero más allá de toda esta situación, me parece que ahora a los gobernadores que están en el ojo de la tormenta porque dejaron de recibir partes importantes de una coparticipación la oficial con el impuesto a las ganancias y la blue, con el humor o no, de un presidente que dice a tal provincia le doy o a tal provincia no le doy Miley está invitando a los gobernadores para mi gusto, no a negociar, sino afirmar una adhesión a lo que son sus ideas.
Y esto me retrotrae al mes de enero. Porque cuando Miley no invitó a negociar más allá que se bajaron muchísimos artículos de la ley ómnibus, perdió un mes y medio en el Congreso de la Nación porque no le aprobaron un solo artículo de esa tan mentada ley.
La traducción, desde el punto de vista práctico sería bueno. Ustedes quieren guita, voten esto a libro cerrado. Y una vez que cerramos este primer acuerdo, comenzamos a hablar y me parece que podemos ahí cometer otra vez un segundo tiempo de lo que fue el primer tiempo del Congreso, donde las cosas no funcionaron y la situación hoy es tan dramática y tan difícil que me parece que todos tienen que dar un salto de calidad.
Lo decía Ignacio Torres charlando con nosotros, el gobernador de Chubut. No hay que anteponer situaciones personales porque estamos en una situación muy, muy, muy compleja, muy, muy compleja y lo vemos todos los días en nuestro bolsillo.
Las ventas minoristas en comercios durante febrero cayeron un veinticinco coma cinco por ciento comerciantes dijeron que fue un mes para el olvido, con días donde no registraron una sola venta, dado que las familias dejaron visibles todos sus problemas económicos en la Argentina.
Hoy más allá, que ahorrábamos muy poco, porque creo que teníamos una tasa de ocho por ciento de la población ahorrando, tenemos desahorro para poder llegar a fin de mes. ¿Esto qué significa che?
Alguna guita que tengo dando vueltas por ahí o algún dólar de los del colchón, cambiarlos para poder cubrir los gastos del mes? Me parece entonces que más allá del pacto de mayo, más allá de la expectativa y los buenos deseos que tenemos, todos tenemos que hacer correcciones urgentes y que tenemos que estar a la altura de las circunstancias.
Porque del otro lado del congreso, puertas afuera del Congreso, donde tuvimos cincuenta y uno puntos de Reding, donde aplaudieron a rabiar, donde no se vieron situaciones dramáticas donde no vimos un solo cartelito de la izquierda, donde no vimos ni un solo globito de junto, no vimos nada de todo ese tipo de cosas.
Afuera del Congreso hay mucha preocupación y mucha angustia, porque pagar una cuota de colegio se multiplicó porque pagar las expensas. Tiene un componente altísimo hoy para el bolsillo argentino. Porque cargar combustibles altísimos ustedes me van a decir bueno, vivíamos una ficción.
En gran parte, sí, pero lo que no es ficción es el bolsillo argentino, que lo tendremos que corregir o tendremos que ver cuál es la forma, porque acá, más que una motosierra estamos hablando de una licuación y vuelvo a repetir.
Hoy hay parte de argentinos que pueden desahorrar, poner dinero para cubrir otros no lo tienen.
Se acuerdan cuando nos decían los amigos que manejan, eh, almacenes, autoservicios, el quince, fin de mes. Bueno, yo creo que hoy ni llegamos al quince y tenemos que corregir rápidamente esto.
Después iremos por lo macro. Tendremos que demora democratizar los sindicatos correctos. Tendremos que tener una ley laboral para que alguien tome un empleado en blanco, cosa que no pasa desde dos mil once. Tenemos sindicalistas que son impresentables, que no tienen una sola idea. Tendremos que corregir las jubilaciones.
No es posible que los ex presidentes cobren como monarcas y la gente cobre como mendigos. Cristina Fernández está cobrando catorce millones, quinientos cuarenta y ocho mil ochocientos treinta, treinta y seis pesos mensuales.
Déjense de jorobar, por favor, cuando a un jubilado le estamos dando cien dólares con un bono de moron daga por ahí, terminemos con este tipo de cosas.
Terminemos con situaciones, pero de una vez para todos, que no sean solamente anuncios, que los políticos argentinos se sienten a resolver los problemas verdaderos de la gente.
Repito, el gran desafío no solamente es el tiempo, sino saber si mi ley está invitando a los gobernadores a firmar un contrato de adhesión pura a lo que él piensa o a dialogar y abrir un camino para terminar ojo con el tema del impuesto a las ganancias.
Comprendo que en todos los países serios la gente paga impuesto a las ganancias, pero en un momento tan delicado, con sueldos del dos mil veintitrés, el que tiene paritaria, eh?
Porque el que está en negro siete millones, pero no tiene ni el del dos mil veintitrés todavía actualizado.
Poner otro impuesto más sobre el bolsillo de la clase media puede ser realmente trágico. Pensémoslo.
Analicemos lo porque la solución de los gobernadores puede ser el perjuicio de los habitantes de Argentina.
¿Hay tiempo de acá hasta mayo? Ojalá que también para lo fiscal haya tiempo y puedan darse cuenta que la situación es muy compleja.
Repito las ventas minoristas en comercio durante febrero cayó un veinticinco coma cinco interanual en la Argentina.
Los pocos que ahorraban ahora desahorran para poder llegar a fin de mes.
Ojalá sirva no solamente para calmar las aguas, sino para pensar.
Un país que apunte a salir de una de las peores posiciones que tenemos en el mundo en cuanto a inflación en cuanto a crecimiento y en cuanto a expectativa de ser un país serio, sano y mejor.