Bueno, me tomo un minuto como como todos los días, hoy más tranquilo, sin sin tanta prisa, porque estamos todos con con caja de quinta, con mucha más serenidad. El gobierno está a un mes de la elección legislativa, que tanto tiempo demandó este año, viviendo una luna de miel, porque sabe que enfrente tiene un desorden generalizado, con algunos espacios, no sé si la palabra es en extinción, pero en retroceso franco, como el PRO, la Unión Cívica Radical, y todos estos partidos que en algún momento se encontraron aliados y después distanciados, coalición cívica, gen, etcétera, etcétera, etcétera, y un justicialismo barriaquircherismo desquiciado, porque varios gobernadores reunidos con Axel Kicillof hace algunos días se dieron cuenta que hay que poner un punto final con Cristina Kirchner, que no tiene ningún futuro político, porque no solamente está presa por corrupción, sino que está inhabilitada de por vida, y que insistir con con esta señora es cada vez meterse más en el fango, ¿no? Que la gente salga corriendo el 26 de octubre a votar en contra del regreso de esa postura. Pero me parece que el gobierno también tiene que prestar atención, porque tiene 13 personas que están vinculadas a su gobierno hoy con un signo de interrogación, y como la justicia argentina hizo un giro y un cambio sustancial este año, tal vez no paguen siendo presos ahora, pero lo hagan en un futuro, y me refiero a 13 que están involucrados en temas muy sensibles, como Andy, como discapacidad, como medicamentos, y uno viendo estos personajes de de poca monta comienza a preguntarse, ché
¿Cuántos calvetes puede haber dentro de la vida estatal? De estos personajes que, ante la falta de controles, ayer hablaba con Graciela Ocaña, que estuvo mucho tiempo en el PAMI, y le decía, ché, Graciela, ¿cómo son los controles? Y es muy difícil porque hay medicamentos que solamente los provee un laboratorio, entonces van y compran directo, pero no hay controles estrictos en áreas tan sensibles como la discapacidad, como los medicamentos de los jubilados, como todo lo que tiene que ver con la ortopedia.Bueno, pareciera que no, y uno ve personajes como el señor este Calvete, además preso por utilizar la prostitución en beneficio propio, esa hija con 700 mil dólares, una declaración jurada vergonzosa, donde todo supuestamente lo recibió como consecuencia de donaciones.
Acá en la Argentina, las declaraciones juradas son una vergüenza. Esta señorita con todo donado, los hijos de los Kirchner repleto de bienes, bienes ganados de la corrupción, y lo muestran todavía como diciendo, no, atención, aquí a la oficina anticorrupción le presento lo que presentó la hija del señor Calvete, es una vergüenza.Tendría que haber rebotado por todos lados, 700 mil dólares solamente en la casa. ¿Cuántos Calvetes tenemos dando vuelta dentro del Estado? Después tenemos que probar quién es corrupto y quién no lo es, porque también para estas áreas sensibles tiene que ir gente capaz. Yo cuando escucho que ahora vamos a tener a un ministro de defensa que tiene que ver con el ejército, lo voy a observar porque digo, che, es una persona del área.Cuando nombraron al señor Spagnolo en discapacidad, uno dice, este hombre puede ser una porquería desde el punto de vista de la corrupción y de la honestidad, o puede ser un tipo transparente, pero no es un tipo del paño tampoco. Este señor Calvete, que asesoraba en un momento a otros gobiernos y asesoraba a los chinos, no debe ser un personaje intelectualmente caído, porque ¿qué hacía en la Argentina? Traía a chinos, les solucionaba el problema migratorio y les habilitaba los autoservicios que hoy nosotros conocemos y decimos, che, vamos al chino.
Y llenó la Argentina de esto, porque antes eran taiwaneses, un hombre muy hábil que no sabía pero ni dos palabras en mandarín, bueno, y logró estar manejando un círculo de gente que es muy compleja.La nacionalidad china que se ha instalado en la Argentina, ¿cuántos Calvetes tenemos dentro del Estado? Que se aprovechan de discapacitados, que se aprovechan de medicamentos, ¿dónde están los controles para poner un límite a esta gente y echarla patadas? Porque no alcanza con decirle, che, mirá lo que está pasando en San José 1111, donde una expresidenta que se creía la reina del país, hoy está presa y fuera de circulación. Van a terminar todos igual, pero mientras tanto, mientras terminen todos en esa situación, siguen tomando cosas que le pertenecen a los argentinos y el Estado no controla.
¿Cuántos Calvetes hay en el Estado argentino? Me parece que el gobierno, más allá de estar en su luna de miel, de saber que enfrente hay un abismo, tiene que tener cuidado, porque hay una sociedad argentina que comenzó a controlar.Una sociedad argentina, más allá del buen andar de la corte, que está harta que le metan la mano en los bolsillos. De ver dirigentes políticos repletos de dinero, algunos, de ver sindicalistas con autos de ochenta mil y cien mil dólares entrando a un plenario de la CGT y no se les cae la cara de vergüenza. De ver que procesan a uno, que procesan al otro, aquel por la multa, aquel por...
Todos metidos, o gran parte, porque hay mucha honestidad también, en cosas turbias, como consecuencia de la falta de controles.Y me parece que vamos a tener que controlar de otro modo, para no tener tantas sorpresas. Porque cuando uno escucha, volviendo a la causa de los cuadernos y a la ex presidenta de la nación, el testimonio de los arrepentidos, se les tendría que caer la cara de vergüenza. Porque estamos hablando de empresarios que involucran a la ex presidenta en un circuito de aprietes y coimas millonarias.Aprietes porque les pedían ser accionistas de sus empresas, o sea, socios. Imagínense esto, viene un gobierno y te dice mira, para que vos puedas hacer tal obra pública, vamos a meter uno adentro, pero es socio. O sea, comenzamos a ser dueños de empresas que son de particulares.O sino directamente a montar los viernes el show del asado, el fútbol y los bolsos. Primero con Néstor Kirchner y después con Cristina Kirchner, que tuvo la oportunidad histórica cuando vino el delincuente ese de López, el bolsero del convento, a decirle no, mire lo que hizo Néstor Kirchner será problema de él, Dios lo tenga en la gloria con todos los bolsos. Yo no me meto en esto.Y siguió en el mismo barro, y siguió en el mismo fango, y siguió la misma cultura de apretar y coimar gente permanentemente.
Es vergonzoso el relato de todos estos arrepentidos que tienen responsabilidad porque pusieron para poder tener una obra pública o tener un subsidio. Y así terminaron.Hoy todos con un miedo pánico a ir en cana. Y así terminó en San José uno, uno, uno, una expresidenta que podría haber sido reconocida por ser la primera mujer, después va, de esa circunstancia que tuvimos con Isabel Martínez de Perón, que fue lamentable y como consecuencia de la muerte de Perón, elegida popularmente por el voto del pueblo dos veces y todo ese tipo de situación. Y hoy la vamos a recordar donde está, con 20 personas en corriente gritando y hablando de Laufer y todos los gobernadores argentinos.Y nos terminemos con esto porque con esto no vamos ni para atrás ni para adelante. Controles. El gobierno tiene que mirarse en ese espejo.Para darse cuenta que hay otro camino. Y vuelvo a repetir. Hacer un control exhaustivo para ver cuántos calvetes hay dentro del estado.Estos personajes que entran, que se filtran, que asesoran, que aconsejan, que tienen una supremacía demasiado fuerte. En áreas muy duras, muy complejas y muy sensibles. Donde hay gente que necesita de un medicamento para poder vivir.
Pero que hay un montón atrás que utilizan ese medicamento para poder currar. Terminemos con esta historia. Me parece que más allá de la luna de miel, de la contundente victoria, a pesar de todos los problemas económicos, sociales, brutales que tiene la Argentina, el gobierno sabe que enfrente tiene la nada misma.Pero no tiene que excederse en ese espacio porque lo que pasa hoy con estos 13 personajes señalados, sospechados y que no huelen del todo bien, pueden ser la consecuencia inmediata de hechos profundos de corrupción que terminen como terminaron los antecesores. No solamente con la cárcel, no solamente con la inhabilitación de por vida, sino con el repudio de una gran parte de la sociedad argentina que decidió terminar con ser cómplices de espacios políticos que lo único que hicieron, llenarse los bolsillos en favor de ellos y en contra de la gente.


