No nos podemos apartar del tema que domina la escena argentina, que tiene que ver con nuestra economía de tanto parche, de tanto dolor y de tanta dificultad. Un país que ojalá desde diciembre, sea quien sea que gobierne la Argentina, sea más sincero o más sincera a la hora de plantearnos un escenario y dejarnos de mentir en la cara.
Porque lo que estamos viviendo realmente es grave. Los números lo marcan, no nos podemos apartar. Y si no queremos mirar los números de la pobreza, de la indigencia, de la inflación. Con sólo pisar las calles de la ciudad de Buenos Aires, que es la ciudad más rica de la Argentina porque tiene la mayor cantidad de recaudación de impuestos, vemos la cantidad de rostros desolados.
Vemos la cantidad de gente durmiendo en la calle, vemos la cantidad de gente pidiendo ya no ropa, sino un alimento o una ayudita para poder comprar comida. Me parece que no.
Si no sincera las cosas seguimos viviendo algo que es absolutamente artificial este gradualismo que ya no lo podemos llevar a cabo porque no hay medio, porque no hay herramientas. Sabemos que la otra parte es dura, es compleja, es difícil, pero un día, países hoy justo que hablamos tanto de Israel, Uruguay y Chile para no irnos tan lejos, tomaron la determinación de pulverizar la inflación y empezaron un camino con sangre, sudor y lágrimas, como lo vio en gran parte de los argentinos.
Porque hoy también hay un sector argentino que dice Y bueno, esto puede ser duro. Sí, es duro, pero es duro para mucha gente que vive en la pobreza, que vive en la indigencia, que no puede comprar alimentos, que tiene que bajarse una cobertura médica que le llega a la matrícula del hijo porque lo manda a una escuela privada y no sabe el año que viene cómo va a ser.
Se le rompe una cosa en la casa y no sabe cómo la va a reparar.
Quiere descansar porque tiene la cabeza quemada y hoy ve los medios que el verano argentino puede costar acá, no en Ibiza o en Marbella, en donde estaba Insaurralde y y su gente amiga acá en la Argentina ciento cincuenta por ciento más que el verano pasado. Y mira su recibo de sueldo si lo tiene o forma parte de los ocho millones de argentinos que están en la informalidad y en negro. Y no lo tiene y dice Yo no puedo ir ni por casualidad a descansar unos días, que es algo común y corriente, que no es ningún tipo de lujo.
A todo esto le sumamos lo que fue una declaración para mí muy inoportuna de Javier Milei, porque así como digo que hay que empezar a decir la verdad, también creo que hay momentos para decir las cosas.
Y una cosa es si Javier Milei es presidente de la nación y asume el rol de presidente y dice Señores, miren la situación argentina a corazón abierto es esto y lo que nos está pasando es esto y quien haga un plazo fijo comete este error, pero hoy lo que estamos haciendo en la previa de una elección es acelerar un incendio más allá que esto no es la primera vez que pasó.
Yo no justifico malos hechos con otros hechos, pero digo, es una práctica de la política argentina, la irresponsabilidad de mi ley, la hemos visto en otras oportunidades.
Lo que pasa es que como mi ley supuestamente no es del staff de nuestros queridos políticos, de toda la vida, creemos que lo hace de ese lugar en mil novecientos ochenta y nueve, con la hiperinflación de Alfonsín, con un país pata para arriba, el señor Guido Di Tella, miembro del equipo de Ménem, dice Cuando lleguemos vamos a tener un dólar recontra alto que hizo la gente salió corriendo a comprar dólares por todos lados,
Alberto Fernández no sé si lo ubican. Alberto Fernández, supuestamente presidente de la Nación hoy, en agosto del dos mil diecinueve, recién electo candidato a presidente Lapa, dijo El dólar de Macri es un dólar que está muy barato.
Se acuerdan que los jubilados iban a estar no sé, en el cielo, no sé qué historia. No vamos a reconocer la deuda con el Fondo Monetario Internacional, que hizo fuego para llegar mejor al poder a costa de los tenedores de pesos. Y hoy repetimos la historia.
Por eso yo tengo la contradicción porque estoy harto de que nos mientan, pero creo que hay momentos para decir las cosas porque Hoy se vive con un altísimo grado de preocupación, de insatisfacción y de incertidumbre, con mercados explotados y explotados aún más con la declaración del día de ayer de Javier Milei y para cerrar punto dos.
Porque estamos distraídos, por supuesto, en el tema económico, que es muy importante para una sociedad, pero están pasando cosas gravísimas. Hace muy pocos días, un grupo comando liberó un preso en Campana en medio de un traslado.
Estos traslados con tan poca seguridad Che, qué cosa rara.
No apareció un comando de hampones armado con fusiles y lo liberaron uno de los delincuentes más peligrosos que tenían en la provincia de Buenos Aires, donde está prófugo. Ayer dispararon treinta tiros frente a un juzgado y liberaron a otro preso peligroso. Lo hizo un grupo comando en La Plata rescataron a un tal Baiano acusado de entras y de toma de tierras.
El grupo comando disparó treinta tiros frente a un juzgado, lo liberó cuando iba en un camión de servicio penitenciario. O son muy ineficientes o son cómplices. Pero resolvamos esto, tenemos un des quicio con el tema de seguridad en todos los sentidos.
Los candidatos en el debate, en vez de darnos soluciones, aportaron confusiones diciendo que Patricia Bullrich apaga a los inhibidores cuando tenía gobierno juntos por el cambio en Santa Fe, otros acusando que los radares en la frontera se encienden algunas horas y que los narcos y los delincuentes entran cuando están apagados.
Si alguno maneja esta información tan sensible y sabe que alguien maneja este tipo de situaciones, esto ya tendría que estar denunciado en la justicia y no ser un disparador electoral.
Repito en menos de dos semanas dos delincuentes peligrosísimos liberados no porque se escapan liberados por grupos comandos que toman al servicio penitenciario bonaerense y que no sabe cómo resolver inútiles o cómplices.
En cualquiera de los dos casos no sirve y es sumamente peligroso. Tan peligroso como la economía nuestra de todos los días.
La inseguridad que no solamente es robar un teléfono celular o robarte la puerta de un banco, sino también tener bandas narcos peligrosísimas que ahora liberan delincuentes ante la cara atónita de los policías bonaerenses o de la ciudad.