![El editorial de Paulo Vilouta: La gente y su propia estanflación El editorial de Paulo Vilouta: La gente y su propia estanflación](https://media.lared.am/p/003c4f497983734cff63f8ab3e4a58ed/adjuntos/316/imagenes/009/263/0009263667/691x388/smart/2023-imagen-editorial-web-47png.png)
Luego muchos agarraron la cabeza, pusieron el grito en el cielo, algunos con la posibilidad de esgrimir algún argumento para el si Che, cómo vamos a entrar a esta inflación y otros para justificar lo injustificable?
Porque escuché gente del gobierno actual hablando como si tuvieran la solución después de cuatro años de no haber encontrado la solución y de haciendo una crítica, como si el momento actual de la economía argentina ya perteneciera al presidente que asume el día diez de diciembre, cuando todavía no asumió hace un ratito fato Espo torno para mí dio una muy buena explicación cuando dijo que hablar de esta inflación es hablar de una economía estancada como la que tiene Argentina desde hace más de diez años, donde la inflación cada vez es más alta y donde se profundiza nuestra capacidad para poder comprar.
Va a ser peor.
Es lo que dijo Milei, pero la actualidad no es buena, ni mucho menos.
Hoy tenemos un estancamiento desde hace larguísimo tiempo en nuestra economía, profundizado a partir de este año donde irresponsablemente nos dedicamos solamente a campañas electorales y a estar con la paz arruinando el país después de la paz de evaluación de por medio, llegando con la lengua fuera al mes de octubre, llegando con la lengua recontra afuera al Balta, llegando con el último aliento al diez de diciembre.
Nos pasamos el año en campaña.
Nos pasamos el año en otro mundo con una parálisis de la economía.
A una economía paralizada y estancada como la que tenemos, le sumamos una inflación bestial, pero me parece que cada uno tiene que asumir lo que le corresponde.
Escucho gente de junto por el cambio que gobernaron por cuatro años, que si bien dejaron la mitad de la inflación de este gobierno, tuvieron una economía malísima y aumentaron la inflación.
Y escucho gente de este gobierno y leo gente de este gobierno o afina a este gobierno que se desentiende de la economía, como que el problema fuera de Javier Miley, cuando todavía no asumió una falta de respeto a la gente y una falta de compromiso sacándose de encima los problemas y culpando siempre a alguien.
Me parece que la Argentina tiene que salir de esta situación de la culpa permanente.
Por supuesto que hay que marcar errores.
Decir Che tal ministro de Economía, tal otro ministro de Economía, tal presidente, tal presidenta.
Lo tenemos todos medianamente claro, pero me parece que se terminó la era de Hay Macri.
Ay, Alberto, hay no sé quién se terminó a partir de lo que nos deja el resultado electoral de esta última elección.
Hay un cincuenta y seis por ciento de argentino que votaron algo que le está prometiendo quien ganó, que va a ser muy difícil.
Tiene por supuesto, un incentivo, porque si no, realmente sería imposible un bonus track que hay que embocar.
Y es que si sale bien vamos a estar mejor, pero para que salga bien vamos a estar peor de lo que estamos.
Y hoy mucha gente mira su propia estanflación y siente que las cosas que hacía las hace menos o las anuló la compra de alimentos de determinada marca la posibilidad de ir a la verdulería y comprar por kilo, no por unidad, la posibilidad de planificar unas vacaciones que son un derecho y en un país donde uno está quemado y que las necesita sí o sí, el hecho de mandar a los chicos a la escuela, donde los mandamos siempre, y que hoy estamos dudando por el precio de la matrícula y de la cuota del año que viene.
El hacer un arreglito en casa o reparar algo que se rompe.
Esa cosa que dice justo se rompió y tenemos un problema terrible a la hora de tener que pagarlo el cambiar un auto, el comprar un teléfono nuevo, cosas que formaron parte del progreso y del esfuerzo laboral de muchísima gente en la Argentina.
Hoy todo eso cambió.
Tenemos nuestra propia estanflación y quien no la tiene realmente es un milagro en la Argentina, porque todos año a año nos vamos achicando más allá que año y década tras década nos vienen prometiendo enderezar este barco.
Raúl Alfonsín, en la previa del Plan Austral, nos hablaba de una economía de guerra.
El presidente actual, que casi no está en funciones y que vive en otro mundo ahora dando una nota casi haciendo una ilustración brillante de lo que fue su malísimo gobierno, habló hoy comienza un viernes fue Hoy comienza la guerra contra la inflación.
Alberto Fernández se le fue a más del doble.
La guerra que usted planteó Le ganaron contundentemente.
La pregunta que me hago es si la sociedad está preparada y podrá tolerar nuevas restricciones después de una década donde nos hicieron creer que todo es gratis y no lo es porque lo paga el Estado, lo paga.
El préstamo del fondo de Macri lo paga la emisión de los gobiernos Kiss de los últimos tiempos.
Nada es gratis y tenemos una deuda bestial.
La pregunta es quién paga la fiesta mal hecha en la Argentina?
Porque la fiesta hoy, cuando corremos el telón, tiene un millón trescientas mil personas con planes porque no tienen la posibilidad de dignamente tener un trabajo, cuarenta por ciento de pobres y diez por ciento de indigentes.
Dónde está el confort de la Argentina?
La verdad que no lo entiendo.
Si a esto le sumamos una estanflación con un presidente que asume con minoría parlamentaria que no forma parte del quiste político que conocemos todos, no es un tradicional de juntos por el cambio.
No es un tradicional del frente de todos en la soledad y en lo que fue la indiferencia de muchos, que para mi gusto rozó la mala educación en el día de ayer.
Porque lo que pasó con Javier Milei en el Congreso de la Nación y su vice, cuando fueron proclamados en el día de ayer para mi gusto, forma parte de la intolerancia absoluta de gente que forma parte de la democracia y que vive de la democracia, porque les estamos pagando a todos, como mínimo un sueldo por ser diputados o senadores de la nación y bastante interesante lo que están cobrando.
No vaya a creer que están como mártires en esta tarea.
Ayer, en el acto de la Asamblea Legislativa que encabezó Cristina Kirchner, Javier Miley y Victoria Villar fueron proclamados presidente y vice.
Hubo aplausos, pero hubo también indiferencia, malos gestos, desconcierto y descontento de los que perdieron y, en algunos casos muy mala educación.
La señora del Plá, el señor del Caño, quedaron sentados en sus bancas como que Miley y Villar no fueron elegidos por catorce millones de ciudadanos.
En una Argentina que decide por democracia quién gana y quién pierde, ellos representaron un partido que creo que sacó setecientos mil votos como mínimo.
El respeto, nos guste o no, nos guste, lo hayamos votado o no lo hayamos votado, la falta de respeto, la falta de institucionalidad y para mi gusto preocupante.
La poca capacidad democrática que tienen algunos en la Argentina llama la atención para comenzar un periodo que prometen que va a ser difícil, Complejo, duro, cuando ya toda la sociedad argentina desde hace mucho tiempo vive en un escenario complejo, difícil y muy duro.
Ojalá que todo salga bien.