Bueno, arrancamos la última hora.
Me tomo un minuto, como todos los santos días, porque hoy es martes y nos enfriamos ya con el tema de Del debate, porque el domingo a la noche y ayer, por supuesto que era monotema.
Ayer pudimos abrir y analizar un poquito más todo lo que sucedió.
Hasta tuvimos la chance de hablar con la gente de chequeado para ver cuántas verdades y cuántas falsedades existieron después.
Algunos fueron más profundos y vieron cuáles son las palabras más utilizadas y los detalles y los movimientos.
Pero hoy ya estamos un poquito más más fríos y tenemos que el domingo ir a votar dos pequeñas conclusiones.
Una que casi casi el pensamiento de los argentinos está inamovible. Por qué?
Porque si bien dicen que en casi todos los debates del mundo los debates no mueven demasiado la aguja en la Argentina no sería la excepción.
Que alguien cambie un voto o alguien determine un voto en un debate.
Yo creo que sí, que hay una influencia y que hay algún tipo de determinación y que puede haber algún detalle fuerte, determinante para que alguien cambie a favor o en contra de un candidato.
Pero Argentina demostró ayer viendo las encuestas que se llevaron a cabo en distintos medios nacionales y de provincias, comentarios generales de las redes porque alguna vez che las redes es un nicho.
Pero en las redes, donde están todos los argentinos y donde gran parte de la política y de la campaña pasó y pasa por las redes, O sea, no es un tema menor, ni un tema complementario, ni un tema aleatorio.
Uno ve que en la Argentina el fanatismo hoy es tal que lo que un neutral puede llegar a analizar de un hecho.
Hay dos personas diferentes que con un fanatismo total, lo ven de otra forma.
Vemos aquellos que creen que Javier Milei fue el ganador.
Vemos aquellos que creen que Sergio Masa fue el vencedor.
Vemos aquellos que creen que masa aún estando mejor en el concepto general del debate, aún no brindando propuestas claras.
Lo ven como perdedor?
Qué complejo no? Porque hablamos de terminar la grieta y yo creo que la grieta en la Argentina va a ser interminable.
Porque así como fue peronismo antiperonista, con el radicalismo fuerte de un lado después K anti K, que para mí hoy tiene una enorme vigencia.
Todavía pasaremos con el tiempo a otra etapa, porque pareciera que los argentinos nos hemos acomodado en un método de vida, que es la confrontación, que es la descalificación del otro pensamiento y es para mi gusto lo más jorobado de todo esto, ver cosas que están mal y creer que están bien.
O sea, no estar sinceramente en el momento de lo que estamos viviendo.
Un acostumbramiento a justificar cosas.
Desde Che Milei estuvo extraordinario a la economía argentina.
La verdad es bárbara.
Entonces negamos la realidad y avalamos y aceptamos cosas que no son ciertas porque lo percibimos todos.
Yo me siento a ver el debate de mi ley.
Y si me pongo con atención y con dos dedos de frente, la verdad estuvo flojo.
La verdad.
No supo confrontar, no supo rebatir.
Y si me pongo a hablar de la economía argentina en dos minutos veinte.
Digo che, qué complicada está la economía argentina, no?
Con la inflación, con los sueldos, con el déficit fiscal, con la deuda no hace falta.
Pero si entramos en el otro terreno yo estaría diciendo Che, qué bien que estuvo Milei, no?
Y qué brillante va el camino de la economía argentina porque estamos sumidos en algo que es un fenómeno muy particular negar la realidad o creer que hay cosas que, aunque no son ciertas en nuestra cabeza y en nuestro corazón, son verdaderas.
El otro tema y con esto quiero terminar, me resulta realmente increíble a esta altura, en un país donde hay tantos problemas profundizado en los últimos tiempos por el Gobierno de Alberto Fernández, donde hay tan Alberto Fernández, un presidente que tenemos, que vive en Olivos hasta el diez de diciembre, por si alguno no, no, no tiene claro el tema.
Tantos problemas que no pasan solamente por lo económico.
Hoy planteábamos siete crímenes en tres horas en Rosario, el narcotráfico, la inseguridad, El que asuma sabe que tiene una responsabilidad extrema para mantener un hilo de esperanza y para no caer en la decepción y en la depresión a los dos minutos.
Veinte.
Me parece increíble que en un país que tiene tantos inconvenientes el día después del debate, el tema central haya sido éste.
Hay un detalle que algunos los empezaron a notar anoche, pero si usted se fija cuando yo, por ejemplo, estoy haciendo el cierre en un momento muy importante.
Están todos tosiendo.
Qué hicieron?
Me pusieron de mi lado la gente de él.
Y entonces qué pasa?
Cuando yo hablaba quiero reiterar algo que dije ayer a mí.
A diferencia de otros, la tos de mal Nati no me incomoda ni la tos de nadie.
Cuando uno está concentrado, cuando uno está concentrado en hablar con los que tienen que hablar y transmitir el mensaje a sus vecinos y a sus ciudadanos, no hay todo, no hay ruido.
Sólo aquellos que van a escucharse a sí mismos les molesta la tos a menos el día después del debate presidencial para definir quién es el presidente de los argentinos en los próximos cuatro años.
El tema de la Argentina fue la tos realmente increíble en todos los portales, en todas las redes sociales y en todos los medios, como lo estoy haciendo yo a esta hora, el tema de la tos, el tema de los desbordes o no emocionales de uno de los candidatos y creo que es gravísimo para nosotros como sociedad.
Así como le dije en el dos mil quince, nos paramos en el beso de Mauricio Macri con su mujer y en el beso helado de Sil con su no mujer.
Pasan los años y repetimos las mismas situaciones en una Argentina que está aún peor que en el dos mil quince, con índices realmente gravísimos en lo económico, en lo moral, en lo social.
El día después del debate, el tema central, increíblemente, no fue ni la economía, ni la inseguridad, ni la incertidumbre.
Fue la tos.