Ayer veía la pérdida de tiempo de nuestros senadores, que son funcionarios públicos y viven de nuestros impuestos. Un espectáculo tan lamentable, en una cámara que trabajó poco y nada a lo largo del año.
Porque si nosotros hacemos un breve repaso de lo que ha pasado en el año, la anterior sesión y única en todo el año fue el 13 de abril. Con la de ayer, la vicepresidenta llamó a sesión dos veces, y ambas por la designación de la jueza Ana María Figueroa, un tema que le importa solamente a ella para quedar afuera de dos temas muy sensibles: Hotesur y Los Sauces y el memorándum con Irán.
Y ayer en el Senado se reúnen luego de una semana demoledora en la Argentina, con un número de 40,1% de pobres. Una Argentina donde muchísimos chicos y adolescentes, que son el futuro, hoy la están pasando muy mal y no tienen perspectivas de pasarla mejor, en el momento en que el Estado invierte mayor cantidad de dinero en asistencia social.
El día después de conocer este dato vergonzoso, demoledor, los senadores dieron un espectáculo lamentable, tratando de justificar algo injustificable, tratando de encontrar atajos donde no hay ningún tipo de sentido y donde no hace falta. La Constitución marca el camino de una nación y la Constitución es clara: jubiló a la jueza Figueroa. La Corte reflejó lo que dice la Constitución y el conflicto terminará en la Justicia y estaremos otra vez esperando si Alberto Fernández firma o no el decreto.
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